Por Mateo Granillo La comedia es el género cinematográfico más visto en el mundo. Quizás porque es el género que nos permite reflexionar sobre los defectos humanos con mayor ligereza. En los últimos años las películas más vistas del cine mexicano (que incluso han logrado romper récords de asistencia) son comedias ligeras. Sopladora de hojas, la ópera prima de Alejandro Iglesias Mendizábal nos cuenta la historia de tres amigos: Rubén (Alejandro Guerrrero), Emilio (Francisco Rueda) y Lucas (Fabrizio Santini), quienes se enteran saliendo de jugar fútbol que su amigo de la secundaria, Martín (Andrés Delgado) acaba de morir. Antes de arreglarse para ir al funeral, Lucas descubre que perdió las llaves de su casa en un montón de hojas en el parque y por miedo a que su novia se entere de que perdió las llaves de su coche también, pasan toda la tarde buscandolas. Los personajes de las comedias en general representan vicios sociales. En este caso cada uno de los amigos se enfrenta por separado a sus propios fantasmas. Lucas vive preocupado por no hacer enojar a su posesiva novia, Rubén dejó la universidad porque no quería seguir el camino de sus papás, pero no se ha atrevido a decirles, y Emilio, gordo y tímido, está obsesionado con su vecina Georgina a quien roba su correspondencia para masturbarse. Los tres, forman una constelación que retrata problemas comunes de los jóvenes en torno a la comunicación. Tanto Rubén como Emilio no se atreven a confesar lo que sienten y Lucas no ve la manera de liberarse del yugo de su novia. Pero mientras tanto, los tres amigos tienen que enfocarse en encontrar las llaves de Lucas antes de ir al funeral. El otro elemento clave en la comedia además de los personajes viciosos son las situaciones; que tendrían que poner de manifiesto los defectos de los protagonistas para acentuar el efecto cómico. Una comedia debería conectar las fallas de los espectadores con las fallas de los personajes y así realizar una burla constructiva. Los tres protagonistas de la película se enfrentan a un sinfín de absurdos en la búsqueda de las llaves, desde encontronazos con los vecinos y la policía, hasta hablar y pedir ayuda directamente a Georgina. Sin embargo el gran problema de esta película es que al tener tres protagonistas, el desarrollo de cada uno de ellos se minimiza, sus vicios de carácter no terminan de ser hilarantes y la historia individual de cada uno de ellos pierde importancia. La consecuencia de esto es que los tres protagonistas se vuelven personajes estereotípicos con los que nos es más dificil conectar emocionalmente. Sopladora de hojas es un filme realizado con extrema sencillez, más de la mitad de la película ocurre en el parque donde se pierden las llaves, en una suerte de “Ángel exterminador” que impide a los personajes alejarse del lugar. La fotografía está compuesta principalmente por planos abiertos y largos en su mayoría filmados cámara en mano. El valor de la película no está en su forma tal cual sino en la comicidad de las situaciones.
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October 2020
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