Por Karen Barrera La división entre cuerpo y alma, la lucha entre lo consciente y lo subconsciente han sido siempre temas de interés y debate, sobre todo, porque en realidad poco se sabe de ello. Unas veces somos uno queriendo ser otro; otras, hacemos aquello que no queremos hacer deseando realizar quizás todo lo contrario, y otras tantas, quizás las menos, hacemos justo aquello que queremos hacer con quien queremos hacerlas donde queremos. El lugar, tiempo y condiciones propicias dadas en el momento indicado para alcanzar la tan anhelada dicha y felicidad que se persiguen sin cesar cada día de nuestras vidas, un conflicto inevitable por el simple hecho de estar hechos de carne y hueso. Todos en algún momento querrían llegar a ser John Malkovich, y no me refiero al deseo de ser un actor, director y productor maduro que en ocasiones se encuentra entre las piernas de Maxine Lund, no, sino simplemente ser alguien más, librarnos por un segundo, o 15 minutos, de nosotros mismos para dar rienda suelta a nuestros deseos más reprimidos y sueños más insensatos. Ser John Malkovich, representa una liberación desesperada por no atreverse a ser uno mismo dentro del propio cuerpo, un engaño bien maniobrado para no cargar con las consecuencias de lo que una decisión puede llegara tener. Lo vemos en Craig, el marionetista, quien, desesperado por tener de alguna manera a Maxine, deja todo para ser John Malkovich, así como en su esposa, Lotte, quien ve en el hecho de ser aquel actor una oportunidad para liberar su sexualidad y repentino enamoramiento con Maxine, y, por último, en la misma Maxine, quien a pesar de no intentar nunca ser Malkovich, sí lo usa como el medio perfecto para vivir su romance con Lotte sin ser juzgada por su homosexualidad. El guionista Charlie Kauffman, nominado al Oscar de mejor guion original por este filme surrealista e inquietante. Una magnífica construcción de personajes que llegan, en algún momento, a desagradar, a llevar a los límites el poder ser alguien más, a la más nefasta y triste situación de no poder llegar a ser uno mismo jamás.
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October 2020
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