Por Carlos Solis Primavera de Tania Castillo se presentó en el marco del festival de cortos más importante de México, el Shorts, donde compitió contra varias películas con directores o nombres renombrados atrás, pero ¿qué diferencia este filme salido del Centro de Capacitación Cinematográfica con la mayoría de los cortos presentados en esta edición 2015 del festival, incluyendo Trémulo de Roberto Fiesco? El final. Y es que si puedo decir que de algo adolecieron los cortos presentados este año fue de finales contundentes, como el caso Trémulo, por lo que Primavera florece como una de las pocas opciones que cerró una trayectoria narrativa sin ser complaciente y que redondea todo lo que viene contando. Elba una adolescente tímida y solitaria vive con su madre, quien está casi siempre ausente, y su hermana Fernanda, quienes conviven en medio de una tensión familiar constante. La búsqueda de la fraternidad, de reiniciar los lazos desgastados, de encontrarse con quienes queremos se encuadra en Tuxpan, Veracruz, un lugar “cálido” en medio de unas relaciones que parecen frías. Sin embargo, si algo hay que reconocer de esta puesta es su acentuación en la creación de personajes, complejos y arduos, realistas, que pese a tener “no actores” resaltan más que el realismo preciosista en el cual pudo haber caído. La puesta en escena remite más a querer contar una historia y no a una ambición estética como sucede con este tipo de películas de corte hiperrealista. Y es que es claro decir que el entrañable final de la cinta de Castillo logra lo que pocas, un trabajo escolar inscrito y participante del Festival de Sundance, única producción en lograrlo. Reconocer que Primavera es parte de la muestra del florecimiento de un cine independiente pero con alma, que se acerca a lo más cercano del espectador que son los sentimientos con los que comulgamos, una historia con una línea narrativa sencilla, una anécdota de dos hermanas que se reencuentran, una anécdota que va más allá del esteticismo de la imagen o de un premio al Mejor Cortometraje a una historia con un final laxo. Hay que reconocerle que cuenta una historia y que habla por sí misma. Un final puede salvar o arruinar toda una película. |
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October 2020
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