Por Gustavo Ambrosio Pocos escritores cinematográficos han logrado mantener un ritmo de creación similar al de los directores que traducen sus textos a la pantalla grande con el mismo estilo, los mismos temas y los mismos personajes, como hizo Mauricio Magdaleno con ‘El Indio’ Fernández o lo que hizo en su momento Luis Alcoriza con Luis Buñel. Paz Alicia Garciadiego sea quizá una de las escritoras simbióticas, agemeladas y con un estilo creativo de personajes, que ha encontrado en Arturo Ripstein, con más relevancia de la creación fílmica nacional. De una obra literaria a la mina temática del periodismo, Paz Alicia se centra en dos aspectos para la creación del guión, los personajes y la atmósfera del lugar donde se éstos se mueven. Los personajes a los que da vida Paz Alicia muestran una terrible frustración en medio de un mundo donde se suponen triunfadores o merecedores de admiración, como en El imperio de la fortuna, el reboot de El gallo de oro, o en Principio y fin. Pero también muestra el lado femenino del deseo y la búsqueda de la vitalidad o sentirse útiles o queridas en Profundo carmesí, Así es la vida , La vírgen de la lujuria, La reina de la noche y más reciente la bovariana Las razones del corazón. Aunque tampoco se puede omitir la disección casi sociológica y con toques de lo absurdo que aborda en El evangelio de las maravillas, El carnaval de Sodoma y en la recién estrenada La calle de la amargura.
Todos esos guiones con personaje y contexto de la mano crean algo que pocos logran en México, entre tanto narcodrama, narcomelodrama y cine de denuncia con pulsera perredista incluida, y que es la belleza de lo terrible, la hipnosis de lo sórdido. Así, mientras autores como Xavier Robles se enfocan en el hilo dramático para que un tema surja, de este lado Garciadiego utiliza a los personajes y su entorno para crear sensaciones, el tema viene después. Ganadora de la Concha de Plata al Mejor Guión por su medea mexicana de Así es la vida y del Premio Osella de Venecia por el guión de la mítica Coral Fabre, perdón, Profundo Carmesí, Garciadiego tiene un talento innato para hacer de lo sórdido un sutil telón simbólico, es una escritora de la vida descarnada, del deseo femenino, ilumina los oscuros rincones de la vida sin maquillarlos. La dama de lo sórdido busca, según sus propias palabras, lo entrañable del vicio y del pecado, y busca en cada página de guión describir todo lo que ve. Mujer proveniente del cómic (incluso hizo uno sobre Batallas en el desierto de José Emilio Pacheco) y de un bagaje agudo en historia y escritura para radio y televisión, pugnante contra la teoría del auteur nouvellevagesco y entusiasta del cine como trabajo en equipo. Paz Alicia Garciadiego es parte de una dupla que sigue vigente y en marcha. El cine mexicano, el cine de Ripstein, una mirada a la humanidad que aún no se pierde.
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October 2020
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