Por Karen Barrera No cabe duda que es verdad aquello que dijo el escritor Santiago Rusiñol: Cuando un hombre pide justicia, es que quiere que le den la razón; y hoy en día, con la corrupción, pocos son a los que les concede esa tan anhelada virtud. La impunidad y la corrupción se alimentan del silencio. Y eso lo aprende Constantino Zagarra (Fernando Bacilio), un funcionario de la justicia de Perú, quien orgulloso trabaja para ejercer la ley de manera incorruptible en su país. Una bala se encarga de convertir a Zagarra en festín de un sistema truculento. El balazo del que es víctima lo deja sin habla, pero no sin su convicción de ajusticiar al responsable. El mudo, segundo filme de los hermanos Daniel y Diego Vega, es una comedia negra muy crítica que más que risas irónicas nos deja bostezos y cejas levantadas. La historia, que al inicio resulta prometedora, se estampa con un conflicto achatado a la mitad de la trama. No conforme con eso, esta muralla narrativa bloquea la construcción de los personajes que los vemos como elementos estructurados dramáticamente pero que se quedan estancados en ello. La trama avanza y suelta cables que no vuelven a retomarse. Subtramas inconclusas y falta de claridad en las situaciones. La historia, que arranca con un gran planteamiento, se cae hacia la ambigüedad y se aleja de la historia que ha vendido para irse por las ramas hacia una exploración del personaje que estorba y es innecesaria. El juez, el mudo, el único juez de valor, silenciado por el sistema que ha tratado de defender es un personaje rico y complejo que se desmorona rápidamente gracias a un guión mal estructurado y una demanda de dirección que nada tiene que ver con el dramatismo, y sí con la falta de claridad de lo que se quiere contar. Personaje mal aprovechado. Resulta una lástima que esta oportunidad de crear un trabajo de denuncia social que abarca toda América Latina con una buena idea sea desperdiciada. A pesar de presenciar una actuación sin duda acertada y bien realizada por parte de Fernando Bacilio, la cinta nos deja mudos, pero de lo mal narrada que está. Alguien debería ajusticiar a los autores.
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October 2020
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