Por José Luis Ayala Ramírez Una anomalía es un cambio a la tendencia de lo que es normal o natural, en ese aspecto podemos decir que Charlie Kaufman es una extraña anomalía en el mundo del guionismo actual, un escritor que es capaz de traspasar las barreras de lo extraño para regalarnos complejas historias llenas de surrealismo pero que nunca pierden el humanismo que hace que el espectador pueda conectar fácilmente con estos bizarros relatos. Anomalisa (su segundo largometraje como director) posee quizá el guion más sencillo, a simple vista, en la filmografía de Kaufman, pero también es el más humano, realista y desesperanzador por partes iguales, la historia que combina extrañamente romance con comedia negra y pequeños tintes de surrealismo es muy especial en forma y fondo, la profundidad del libreto es casi invisible, todo va creciendo de forma muy natural y espontanea. Inmadurez y soledad, sentirse perdido en un mundo que no es capaz de crearnos nuevas emociones, de eso es lo que trata esta historia, ese es el personaje de Michael Stone que, valga la contradicción, se dedica a ser un motivador profesional. Kaufman es capaz de meternos en la piel de personaje exponiéndonos sus acciones en busca de salir de la rutina, pero la verdadera jugada maestra del cineasta viene cuando decide despojar a la mayoría los personajes de una voz propia para crear una sola para todos, ese magistral detalle es una de las mejores herramientas narrativas que se han visto en pantalla en años recientes y esta perfectamente justificado con la trama: en un mundo aburrido, rutinario, triste, que no fabrica emoción todo se ve igual, se siente igual, se oye igual. Entonces aparece la voz de Lisa y ya nada es igual, es diferente, Michael la escucha y se da cuenta de lo hermosa que ella puede llegar a ser. En esta parte del metraje vemos el lado menos extravagante y sincero en la carrera de Kaufman, solo dos personas que se van conociendo y de alguna forma redescubriendo, un solo cuarto, dos complejos y trágicos personajes conversando con un puñado de diálogos brillantes, tristes pero a la vez hermosos, el stop motion se vuelve carne humana, rematando la faena con una de las secuencias eróticas más bellas jamás filmadas. El desenlace que propone Kaufman es muy devastador y aplica para poder hacer una tesis completa, el miedo, la inmadurez, el sufrimiento, todo se conjunta para completar la verdadera tragedia de Michael Stone o de cualquier persona capaz de identificarse con este protagonista, el mundo no es el problema, "uno" lo es, somos victimas de nuestro propio ego y miedos, el rechazo a ser feliz es propio, siempre salen a relucir los aspectos negativos sobre los positivos al momento de evaluar las cosas importantes, lo que impide alcanzar un estado de verdadera felicidad y armonía con un mismo. De alguna forma el autor de Adaptation continúa explorando el miedo al amor. Mientras en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, se busca borrarlos, olvidarlos, aquí lo que se busca es reprimirlos, , lo que hace que su soledad lo acompañe como su única verdadera amiga. Anomalisa es una pequeña joya de la animación, tan sencilla como compleja, tan bella como trágica, tan real como surreal, una película para digerirla lentamente y enamorarse de sus numerosos detalles y su complejidad para retratar al ser humano.
|
Archivo
October 2020
Categorías |