Plot Point - Revista
  • PORTADA
    • Textos de Portada
  • PERIPECIAS
  • ESCALETA
  • VOZ EN OFF
  • CONTINUARÁ
  • CORTE A
    • Contenidos multimedia
  • FICCIONES
  • ESPECIALES
    • 100 años Bergman
  • PLOT POINT TALKS
  • NOSOTROS
    • Directorio
    • Contacto
  • Blog

Voz en off

Cine: reseñas, testimonios y memorias

Colossal; controlar al monstruo o dejarlo destruir

6/29/2017

Comments

 
Por Daniela Moyes Caballero
Picture
He leído cualquier cantidad de comentarios, tanto positivos como negativos, acerca de la nueva película protagonizada por Anne Hathaway, Colossal. La cinta de ciencia ficción, escrita y dirigida por Nacho Vigalondo ha causado revuelo, y opiniones polarizadas. Algunos se quejan de que no da lo que promete: una buena película de monstruos y, algunos otros, de que no acaba de abordar el tema principal: las relaciones codependientes. Claro, muchos otros, como yo, creemos que es una buena mezcla de ambas cosas.
​
Actualmente, casi ninguna película de monstruos o simplemente de acción puede jactarse de tener un buen trasfondo, o siquiera de tratar un tema profundo o relevante
Nadie, nunca, diría que va a ver una de estas películas para reflexionar, y re pensar el rumbo de su vida.  Resultan ser películas de entretenimiento, y nada más. Sin embargo, esto no significa que estas películas no tengan el potencial de ser más que eso. Al contrario, no hay géneros más simbólicos, alegóricos, y abiertos a la crítica que la ciencia ficción o la fantasía. He ahí el dilema: estos géneros, por lo general, están desaprovechados.

Esto, independientemente de los fallos en cuestión de guion que tenga la película, es un punto a favor de Vigalondo: se atrevió a explorar ese terreno simbólico que la mayoría de las películas de estos géneros, no. En este caso, la riqueza se encuentra en el tema y la metáfora que es dominante: hay un monstruo en cada uno de nosotros, y de nosotros depende controlarlo para bien o para mal.
Al comienzo de la película, Gloria (Anne Hathaway), una chica con problemas de alcoholismo que acaba de perder su trabajo, termina con su novio y se va a vivir al pueblo de su infancia. Una vez ahí, se encuentra con Oscar, un antiguo amigo de la primaria, y ahora dueño del bar del pueblo. Un día, Gloria se da cuenta, de que, parada en un área de un parque de niños a cierta hora, puede controlar un monstruo gigante que ataca Seúl, y un día, por accidente, mata a decenas de personas. Con curiosidad, Oscar se ubica en el mismo espacio que ella, y se da cuenta de que él también puede materializarse en un robot gigante. A partir de este momento, se crea una relación entre estos dos personajes que sólo desencadenará una cosa: destrucción, tanto emocional como física.

El personaje de Oscar es algo extraño, pero aparentemente, al inicio de la película, resulta ser alguien benéfico para Gloria, quien no tiene dónde caerse muerta. Le da cosas para amueblar su antigua casa, y le da trabajo como mesera en el bar del que él es dueño. Sin embargo, estos pequeños detalles, se convierten en algo pavoroso cuando nos damos cuenta de que Oscar, al darle cosas para arreglar su casa, y darle trabajo en su bar, pretendía tener absoluto control sobre su vida…lo cual, en efecto, logra. Para las personas que han vivido una relación codependiente y se han encontrado con alguno de estos “monstruos”, estos simples detalles son bastante obvios, aunque en general podrían pasar desapercibidos hasta el momento en el que se hace explícita la inmundicia en la que esa relación acaba.

Así es como, de repente, el control que ejerce Oscar sobre Gloria toma un matiz atroz: él la amenaza con materializarse en el robot gigante en Seúl, y matar gente si no hace lo que él dice. Ella, con miedo, parece no tener opción… todo ese peso, y todas esas muertes caerían sobre sus hombros. Después de agresiones físicas, verbales y de poner en riesgo su propia vida, Gloria no tiene los pantalones para alejarse de Oscar… la culpa, y el terror la inmovilizan.

En algún momento, al estar hecha trizas física y emocionalmente, el personaje de Gloria lo entiende todo, y le dice a Oscar: “Yo pensaba que era otra cosa, que querías que yo fuera tuya, que querías poseerme, pero no, es algo mucho más simple que eso: te odias a ti mismo”. Después de esto, percibimos al personaje de Oscar como un personaje enfermo, hundido, que quiere destruir todo a su alrededor simplemente porque, en realidad, quiere destruirse a sí mismo.
 
Así es como la metáfora es clara: en cada quien hay un monstruo, pero de uno mismo depende dejarlo arrasar con todo, o controlarlo para convertirse en alguien más fuerte. Aceptar los monstruos internos, personales, y aprehenderlos, es lo único que va a impedir que todo termine en ruinas.
 
Los que hemos vivido una relación de este tipo lo entendemos, nos reflejamos… volvemos a sentir el horror que implica estar ahí dentro, y no ver salida posible. Sí, el personaje de Gloria resulta, de repente, un personaje pasivo, pero muy real. Una de las ventajas del cine, y de su capacidad de comunicación masiva, es que puede generar identificación con millones de personas. Así es como, aunque el guion tiene algunas fallas en cuanto a ritmo y verosimilitud, el tema tratado puede generar un gran impacto en los espectadores.
​
En efecto, el entendimiento de una película no debería radicar en las vivencias específicas de las personas que acuden a verla; sin embargo, considero que es de reconocer el tratamiento de este tema en un género como la ciencia ficción, y de manera tan poco convencional. Si bien no es la película del siglo, da la pauta y prepara el camino para que futuras películas de estos géneros experimenten y creen premisas más interesantes que aprovechen su potencial simbólico y crítico.
En lo personal, fue una película que supo llegar a recuerdos que tenía guardados en el desván más oscuro, que me recordó el miedo, el terror y la vergüenza de estar involucrada en algo que, de lejos, suena tan ridículo. Como guionista, si aunque sea mis películas pudieran llegar a hacer sentir algo a alguien de manera tan profunda, si le aportaran algo trascendente, lo que fuera, me daría por bien servida. Para mí, Colossal lo logró, independientemente de la crítica, de la construcción del guion o de la hermosa o fallida fotografía. Logró retratar esos monstruos y hacerme pensar en las opciones: controlarlos o dejarlos destruir. 


Daniela Moyes (Ciudad de México, 1993)
Es guionista, ha trabajado en proyectos tanto de corto como de largometraje, y series de televisión. Ha sido docente en varias universidades donde ha impartido clases de teoría del guión cinematográfico. Actualmente es guionista de base en Entrelíneas Producciones. Es fanática de la ciencia ficción, la fantasía y la comedia.

Comments

    Archivo

    October 2020
    January 2018
    December 2017
    October 2017
    September 2017
    August 2017
    July 2017
    June 2017
    May 2017
    April 2017
    December 2016
    November 2016
    September 2016
    May 2016
    March 2016
    February 2016
    January 2016
    December 2015
    November 2015
    October 2015
    September 2015
    August 2015
    July 2015
    June 2015
    May 2015
    April 2015
    March 2015

    Categorías

    All

Powered by Create your own unique website with customizable templates.
  • PORTADA
    • Textos de Portada
  • PERIPECIAS
  • ESCALETA
  • VOZ EN OFF
  • CONTINUARÁ
  • CORTE A
    • Contenidos multimedia
  • FICCIONES
  • ESPECIALES
    • 100 años Bergman
  • PLOT POINT TALKS
  • NOSOTROS
    • Directorio
    • Contacto
  • Blog