Por José Luis Ayala Ramírez Una anomalía es un cambio a la tendencia de lo que es normal o natural, en ese aspecto podemos decir que Charlie Kaufman es una extraña anomalía en el mundo del guionismo actual, un escritor que es capaz de traspasar las barreras de lo extraño para regalarnos complejas historias llenas de surrealismo pero que nunca pierden el humanismo que hace que el espectador pueda conectar fácilmente con estos bizarros relatos. Anomalisa (su segundo largometraje como director) posee quizá el guion más sencillo, a simple vista, en la filmografía de Kaufman, pero también es el más humano, realista y desesperanzador por partes iguales, la historia que combina extrañamente romance con comedia negra y pequeños tintes de surrealismo es muy especial en forma y fondo, la profundidad del libreto es casi invisible, todo va creciendo de forma muy natural y espontanea. Inmadurez y soledad, sentirse perdido en un mundo que no es capaz de crearnos nuevas emociones, de eso es lo que trata esta historia, ese es el personaje de Michael Stone que, valga la contradicción, se dedica a ser un motivador profesional. Por Gustavo Ambrosio Una sinécdoque es una figura retórica, una metáfora donde lo pequeño puede ser representado por lo grande y viceversa, lo pequeño puede ser lo general. Una reproducción espejeada de dimensiones, de un hongo a otro, como el de Alicia en el país de las maravillas. El papel de una sinécdoque es fundamentalmente representativo, ideario, icónico, para transformar el símbolo en un significado que puede moverse por sus representaciones hasta formar un discurso metafórico enriquecido, con un potencial dramático, estético y emocional. En Synecdoche, New York el potencial creativo de Charlie Kaufman se transforma en una grandilocuencia digna representante del infinito, tras el infinito que significa la creación del arte. A simple vista, la ópera prima del escritor de ¿Quieres ser John Malkovich?, es un ensayo cinematográfico, un ensayo con fuerte carga literaria y poética sobre lo que significa crear, representar, de hacer vivir y latir un mundo. Por Karen Barrera La división entre cuerpo y alma, la lucha entre lo consciente y lo subconsciente han sido siempre temas de interés y debate, sobre todo, porque en realidad poco se sabe de ello. Unas veces somos uno queriendo ser otro; otras, hacemos aquello que no queremos hacer deseando realizar quizás todo lo contrario, y otras tantas, quizás las menos, hacemos justo aquello que queremos hacer con quien queremos hacerlas donde queremos. El lugar, tiempo y condiciones propicias dadas en el momento indicado para alcanzar la tan anhelada dicha y felicidad que se persiguen sin cesar cada día de nuestras vidas, un conflicto inevitable por el simple hecho de estar hechos de carne y hueso. Todos en algún momento querrían llegar a ser John Malkovich, y no me refiero al deseo de ser un actor, director y productor maduro que en ocasiones se encuentra entre las piernas de Maxine Lund, no, sino simplemente ser alguien más, librarnos por un segundo, o 15 minutos, de nosotros mismos para dar rienda suelta a nuestros deseos más reprimidos y sueños más insensatos. |
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October 2020
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