Por Gustavo Ambrosio* Odiados, amados, poderosos, panfleteros, superficiales, especialistas... La figura del crítico en México y el mundo, en el arte, pero sobre todo en el cine, causa por un lado un espantoso repudio por parte de los artistas, pero por otro lado es una voz que constantemente es revisada. Con ustedes, la crítica.Es casi un refrán decir que aquél que se dedica a la crítica cinematográfica, o cualquier crítica, es muy en el fondo, un cineasta o artista frustrado que busca compensar su falta de talento escribiendo o evaluando la obra de otros. No dudo que en algunos casos se dé. Lo cierto es que, al artista, y sobre todo al cineasta le gusta que lo vean. Por tanto, la crítica ha representado para miles de cineastas un incómodo amigo, al que detestan, pero que recurren a él, tanto para vanagloria o para azotarse contra la pared. Esa incomodidad ha generado una extraña apatía y rencor contra la figura del crítico entre los cineastas, en algunos casos justificables, como en Stanley Kubrick, quien fuera destrozado por la crítica tras filmar El Resplandor, película que sería reivindicada por una nueva ola de jóvenes críticos en los 90. Cierto es que el crítico siempre es representado como una figura temible y estoica, cabe destacar a Anton Ego en Ratatouille, la crítica teatral de Birdman o la caricaturizada figura de la tabloidera Hedda Hooper, quien era capaz de destruir famas y filmes con sus mordaces textos. Sin embargo, esa postura a la defensiva de la mayoría de los cineastas pasa por alto las contribuciones que ha hecho la crítica seria, no la que da estrellitas o reseñas para empujarte a ver el blockbuster del año. México, sobre todo, tiene una gran historia de la crítica mexicana con nombres que deslumbran. Podemos decir, que la crítica, con las pocas armas teóricas en torno al cine de entonces, nació en el país en 1915 de la mano de Alfonso Reyes y Martín Luis Guzmán, quienes escribían una columna en El sol de Madrid , bajo el seudónimo de “Fósforo”, y donde se entretenían en comentar los argumentos de los seriales (recordemos que muchas de las producciones de entonces eran una especie de series) el acompañamiento musical y hasta el tipo de público que asistía a las funciones. |
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May 2016
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