Por Rafael Martínez García* La principal particularidad del guión cinematográfico como texto narrativo es que, al tratarse de la herramienta principal para el desarrollo de una producción (de donde parte todo), está diseñado para ser leído de forma específica por los diferentes miembros de un equipo creativo. Es decir, que el guión ofrece al mismo tiempo información especial para el director, para el productor, para el fotógrafo, para el vestuarista, para el decorador y, por supuesto, para los actores. De todos los involucrados en la creación cinematográfica es probablemente el actor quien comparte más con el guionista el tipo de proceso creativo, sólo que a la inversa. Esto obviando un poco al director, quien, por lo menos en nuestro cine, buena parte de las veces es también autor o coautor del guión. Mientras el guionista pasó por el diseño de personajes antes de la escritura y terminó por descifrarlos en la acción, al escribirlos, el actor deberá encontrar en el texto todo lo necesario para hacer su trabajo, apropiarse del personaje, prestarle su cuerpo y voz, y así permitir que cobre vida finalmente en la pantalla. Es por eso que, en esta ocasión, decidimos reunir las voces de cinco destacados actores y actrices de nuestro cine: Armando Espitia, Fernando Álvarez Rebeil, Humberto Busto, Martha Claudia Moreno y Mónica Huarte, para que a partir de su propia experiencia, reflexionen sobre la relación que establecen con el guión en el ejercicio de su profesión, y de paso los guionistas podamos encontrar en sus palabras un punto de vista esencial para la práctica de nuestro oficio, al cual no siempre prestamos toda la atención que merece. ¿Cómo es tu primer acercamiento a un guión? ¿Cómo trabajas con él? ¿Tienes algún método? ARMANDO ESPITIA No tengo un método consciente, pero ya que preguntas, creo que mi acercamiento al guión es a partir de entender el acercamiento que tiene el director con el mismo. Me gusta cuando hay la oportunidad de que el director te cuente su propia película, sea o no sea él el guionista, es un buen primer paso para mí. Algunas veces que no los conoces sólo te dicen “Haré una peli sobre el amor”, pero en mi lectura, yo veo que más allá del amor, la película habla sobre la muerte. Entonces trato de entender el camino que nos lleve a trabajar con los mismos objetivos a partir de lo que los dos pretendemos, y ahí es donde el guión juega un papel importante. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL No tengo ningún método. Los directores con los que he trabajado son tan distintos entre sí, que me parecería absurdo ceñirme a una sola forma de trabajo. Cada película en la que participo la abordo de distinta manera. Leo el guión varias veces para intentar descifrar cuál es la esencia de la película que se quiere filmar (no la esencia de la historia, sino de la película). HUMBERTO BUSTO Me es indispensable leerlo muchas veces. Cada nueva lectura establece códigos de interpretación que muchas veces no se encuentran en la primera visita. Conforme avanza el análisis, se van estableciendo las distintas capas paradigmáticas sobre las cuales trabajar. Y esto se va permeando en el proceso con la investigación de temas, referencias, imágenes, música que generan el bagaje subconsciente sobre el que el personaje se construye. MARTHA CLAUDIA MORENO No sé si sea un método, lo leo una primera vez con lo que me doy una idea general de la época, situación socioeconómica de mi personaje, coherencia de la historia y el tono. Después de eso, lo dejo ahí y espero a platicar con el director para ver en dónde coincidimos y dónde no. Después lo releo y subrayo mis líneas. Hago anotaciones en él de lo que platique con el director, me gusta tenerlo conmigo incluso en el set, si es posible. MÓNICA HUARTE Cada vez que recibo un guión nuevo es toda una experiencia leerlo. Para mí significa apagar por un par de horas el mundo real para adentrarme en la ficción y dejarme llevar por ese universo que me están planteando. Esa primera lectura es fundamental, soy la primera espectadora, así que me doy cuenta si me atrapa, si lo siento flojo en algunas partes, si los personajes están bien construidos, etc. Por lo general apunto todas las sensaciones que me provocó esa primera lectura. Cuando ya estoy trabajando un guión lo que hago es ir de lo general a lo particular. Primero escribo sobre el tema de la película y luego voy particularizando hasta llegar a cómo mi personaje aporta al tema de la película. Uso el método de análisis de texto de Stella Adler. Me gusta mucho escribir y buscar imágenes que tengan que ver con el personaje, leo sobre la época en la que sucede la historia, el contexto histórico, busco canciones, pinturas, todo el material que pueda para que me alimente en la construcción del personaje.
¿Cuáles son las principales diferencias entre preparar un personaje para un cortometraje y uno para largometraje, serie o telenovela? ARMANDO ESPITIA Creo que cada personaje tiene características que lo hacen único. Pero a partir del personaje, no de la duración de la película o del género. Es decir, que trato de acercarme a cada personaje a partir de lo que entiendo que necesita para existir, no pensando en el medio en el que existirá. Uno de los grandes descubrimientos en los últimos meses de mi carrera ha sido el de aceptar que no todos los personajes necesitan una construcción intelectual previa. Algunos son tan claros, y tan necesarios en sus acciones y características dentro de la trama, que el hecho de construir todo un universo a su al rededor lejos de beneficiarlos, se convierte en un estorbo para que existan. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL La complejidad, por supuesto. Mientras más cancha y tiempo de maduración se le otorgue al personaje, más humanidad se podrá ver en él. Al igual que sucede en la vida real con personas con las que tenemos contacto. Con respecto a las telenovelas, no considero necesario responder. HUMBERTO BUSTO Para mi no existe diferencia en la forma de trabajar. Lo que varía definitivamente es la profundidad del material que, la mayor parte de las veces, en una telenovela es bastante superficial. MARTHA CLAUDIA MORENO Yo construyo mis personajes siempre desde la misma premisa, el tradicional quién soy, de dónde vengo y a dónde voy, me funciona en cualquier género y cualquier medio. La diferencia para mi está en el tiempo que se le puede invertir a cada proyecto, y eso tiene que ver más con la producción que con otra cosa; es decir, cuánto tiempo de ensayos se le asignan a cada proyecto. MÓNICA HUARTE Por lo general en los cortometrajes tienes la oportunidad de ensayar mucho con los directores, por eso me encanta hacer cortos, es un proceso muy teatral, existe la oportunidad de arriesgar mucho más. En un largometraje cada director trabaja distinto, me ha tocado trabajar con directores que más bien trabajan con los antecedentes y no tocan el guión, otros que ensayan sólo algunas secuencias, otros que ensayan muchísimo, lo importante es que tú como actor ya tengas clarísimo tu personaje cuando llegas a la filmación y seas dúctil para juntos construir la historia que todos estamos contando. En la televisión el ritmo es más acelerado y tienes, a veces, de un día para otro los capítulos de la serie, así que es más inmediato todo, con otra velocidad y eso provoca otro tipo de adrenalina. ¿Cuáles crees que son las principales carencias de los guiones que se escriben en México? ARMANDO ESPITIA Sólo he trabajado en un guión de serie que no es mexicano, y no me atrevería a decir que la nacionalidad de los guionistas es responsable de las carencias. Por otro lado, sí podría decir que en los guiones de cortometrajes, que la mayoría de las veces vienen de estudiantes, sí he encontrado muy poca variedad de temáticas. Es divertido encontrarte un guión de corto de comedia, o ciencia ficción, porque casi no he visto. No creo que sea lo mismo en los guiones de películas. Ahí sí he visto una variedad muy grande de temas y estilos. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL La escasa variedad formal y temática. No obstante, creo que en años recientes ha habido una apertura notable en ese sentido. HUMBERTO BUSTO Muchas veces estamos mal influenciados por años de tradición televisiva melodramática que forma parte de la cultura popular y determina la naturaleza de muchos proyectos. A su vez, existe un grupo grande de gente que realmente ama el cine, lo entiende y lo construye desde otra plataforma. Con esa gente es con la que más se disfruta trabajar. MARTHA CLAUDIA MORENO Especialización. No todos los directores son guionistas, ni todos los guionistas son directores. Mi abuelita decía: “dos cabezas piensan más que una.” Uno de los grandes encantos de Shakespeare a lo largo y ancho del mundo es justo eso, un texto para un sin número de directores y propuestas. Diversidad de temas. Veo tres tendencias, el México intenso urbano o campirano donde hay porno miseria, comedias que copian la estructura de Estados Unidos, y los melodramas que son como mini telenovelas. Por lo tanto, creo que existe un abanico de posibilidades más amplio, un país lleno de historias. Creo también que faltan dialoguistas, la mayoría de las veces los guiones tienen diálogos muy literarios. Hace falta una investigación más profesional del modo de hablar de un personaje a partir de su entorno, época, etc., sin hacer caricaturas. Sin duda los textos son básicos para el tono del guion. MÓNICA HUARTE De pronto me sorprende leer guiones que no parten de una necesidad real de contar una historia, sino de fórmulas probadas que no tienen profundidad, ni propósito. Es clarísimo cuando lees un guión que tiene algo que decir, que surge de una voz con ganas de expresarse y cuando lees algo así, lo único que quieres es ser parte, ayudar a que la historia se cuente.
¿Cuál es tu criterio para elegir un proyecto a partir del guión? ¿Has aceptado o rechazado uno sólo porque el guión te gusta o disgusta? ARMANDO ESPITIA Mis criterios son muy subjetivos, siempre tienen que ver con la relación que puedo entablar con el director. La comunicación y el entendimiento es lo principal para mí. A veces he hecho trabajos que, aunque el guión no me convence, lo que quiere hacer el director y cómo veo que quiere hacerlo, me hacen aceptar. Pero si el director no me motiva, el guión no me gusta, o es malo, si he llegado a rechazar proyectos. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL Por supuesto que he rechazado proyectos porque el guión no me gusta. También he aceptado guiones que me parecían medianos teniendo la idea de que podría mejorarlo durante la filmación, pero no logré (demasiada arrogancia de mi parte). Mi criterio para elegir un proyecto -partiendo del guión- se relaciona con distintas cosas, pero principalmente me fijo en que tenga una postura crítica con el estado actual de la sociedad y que dialogue con el tipo de cine que a mi me interesa. HUMBERTO BUSTO En una industria como la de nuestro país uno quisiera sólo hacer las películas que uno desea, pero en la realidad, aún con la conciencia de tu toma de decisiones, muchas veces consideras que el tema de un guión puede ser lo suficientemente entretenido para, si bien no hacer una obra de arte, puedas seguir trabajando con gente que aprecias y haciendo crecer la industria en otro sentido. Pero una cosa tengo segura: si no encuentro algo que me conecte a nivel personal con la historia, el personaje o el tema, definitivamente no lo hago y sí me ha ocurrido rechazar algo por esa razón. MARTHA CLAUDIA MORENO Siempre me doy la oportunidad de aceptar lo que me llega de cine, porque un guion es el inicio de un proceso creativo que involucra a un grupo de personas y que se va transformando. Es una apuesta y he sido afortunada la mayoría de las veces. No me viene a la cabeza algún proyecto del que me arrepienta. Todas las veces que he estado en un set para algún corto o largo he aprendido algo que ha ido enriqueciendo mi manera de estar y vivir el set. MÓNICA HUARTE La principal razón para aceptar un proyecto para mí es el guión, si no me gusta el guión no hay manera de que lo haga. He rechazado muchas de películas porque no me gusta el guión. Mi criterio es lo que siento cuando lo leo, si me mueve el alma o me saca alguna carcajada, o si me conmueve o la historia que cuenta también la quiero contar, lo hago. Es la base del edificio y si ésta no tiene los ladrillos bien puestos, ese edificio no va a ser fuerte. Me ha tocado muchas veces que les digo que el guión necesita trabajo y me dicen que “por eso llaman a actores buenos, para mejorar el guión.” Me parece que es un error pensar así, un guión si desde el papel no está bien, no mejorará por más que el actor haga maravillas. ¿Cómo es para ti un personaje atractivo? ARMANDO ESPITIA Es misterioso, es un hueso duro de roer, es uno que no está dicho, que no todo lo que dice o hace es verdad, y él no lo sabe. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL Para mí todos los personajes pueden ser atractivos, dependiendo del contexto en el que se inserten y cómo se relacionen con los otros personajes. Como nota aparte, me gustaría comentar que no forzosamente me emociono -tanto como otros actores- cada vez que me ofrecen un personaje que requiere de transformaciones “camaleónicas”. Y considero enormemente desafiante cuando me proponen que el personaje sea yo (o una variación de mí) mismo. HUMBERTO BUSTO Que sea complejo, que sea construido a través de las paradojas y no de la obviedad. Que tenga matices, capas. Que sean seres humanos vivos desde el papel con sus propias razones, circunstancias, deseos y obstáculos. MARTHA CLAUDIA MORENO Yo soy de la idea de que no existe personaje pequeño, y que parte de mi trabajo como actriz es darle peso al personaje que me toque para volverlo atractivo; y con esto no estoy diciendo que no existan ciertos personajes en particular femeninos, que sean atractivos ya sea por complejos, por divertidos, por antagonistas, etc. Lo que sí es terrible, y es un fenómeno internacional, es que personajes para actrices de carácter a partir de los 35 años casi no se escriben, vemos actores como Silverio Palacios, Damián Alcázar, Jorge Zarate que siempre tienen trabajo y personajes, su contraparte femenina no tiene la misma suerte. MÓNICA HUARTE Para mi un personaje atractivo es el que me provoca muchas preguntas, el que me tiene pensando todo el día, el que dice y hace las cosas de una manera aunque sabes que por dentro le pasan cosas contradictorias, porque así somos los seres humanos, complejos y a veces incomprensibles. Me gustan los personajes que no descifras fácilmente, que te exigen entrar a profundidades emocionales que por lo general no tocas en la vida, me gustan los personajes que se transforman y que no son los mismos que cuando empezó la historia, me gustan los personajes que me sacan de mi zona de confort, los personajes comunes y corrientes que aparentemente son anodinos pero que tienen algo roto, o algo que no han alcanzado, los antihéroes.
¿Alguna vez has trabajado sin guión? ¿Cuál ha sido tu experiencia en ese caso? ARMANDO ESPITIA En mi primera película. Es decir, había un guión pero yo no tenía acceso a él. La parte divertida era el misterio, el ir formando la película en tu cabeza al momento de filmarla, y el vértigo que da el no saber qué vas a filmar hoy. Por otro lado, después de tres meses y en una historia muy complicada de filmar, el propio misterio y ese vértigo se volvieron las mayores desventajas, Me cansaban, y me hacían sentirme perdido. Pero gracias a que el trabajo en mi primera película fue así, he aprendido a desapegarme o no depender de muchas cosas según los requerimientos del director. Si dice que sin guión, puedo, y se hasta dónde ir sin guión, si dice que con mucho trabajo previo puedo, y se hasta dónde. Etcétera. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL Sí he trabajado sin guión y la experiencia ha sido muy satisfactoria. Hay mucha libertad, más espacio para la sorpresa, para el azar, para todo eso que el cine, por lo general, quiere sofocar. HUMBERTO BUSTO Sí y me parece que si se trata de un buen director existen muchas formas de construir algo sólido y lleno de vida. No me parece motivo de prejuicio. MARTHA CLAUDIA MORENO Para cine no, para teatro sí, a partir de improvisaciones. MÓNICA HUARTE Una de mis primeras películas, 2000 metros sobre el nivel del mar de Marcelo Tobar, tenía guión pero Marcelo nos permitía improvisar bastante, en cada toma nos pedía a cada uno en secreto una intención distinta que transformaba la escena por completo, fue un proyecto inmensamente gozoso. Dicen que hay cosas que funcionan bien en el guión, pero no al momento de traducirlo a la pantalla, ¿qué opinas tú sobre esto? ¿Alguna vez has sugerido un cambio de diálogo o estructura a un director? ARMANDO ESPITIA Si la comunicación con el director es propicia, yo la mayoría de las veces intento cambiarlo todo, es una manía de querer que la película diga lo que yo quiero que diga. Cuando un director se deja convencer por mí me da un poco de inseguridad, por el contrario cuando me convence, cuando realmente me convence, entiendo que caí en buenas manos. Parece un juego o una trampa lo que hago, pero ayuda a establecer cómo nos comunicamos a través del guión. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL Casi siempre sugiero modificaciones al texto. No tanto a la estructura del guión, sino al interior de las secuencias. Regularmente los guionistas temen que los actores no podamos resolver desde la acción y escriben una absurda cantidad de diálogos con el fin de sobre-explicar y erradicar la mínima posibilidad de que no se entienda de qué trata la película. Yo prefiero correr ese riesgo en vez de tomar por estúpido al espectador. HUMBERTO BUSTO Siempre. El guión es una guía que permite al equipo entender lo que se está construyendo. Pero las películas no se traducen ni se piensan. Se construyen en el set y con los elementos reales humanos y técnicos que se generaron en el proceso. MARTHA CLAUDIA MORENO Sé que un proyecto fílmico se divide en tres películas, la película del guion, la película durante el rodaje y la película en la edición. Claro que he sugerido y cambiado textos, he propuesto cambio de tareas escénicas y me ha tocado que desaparezcan por completo a mi personaje en tres ocasiones. Y aunque no es agradable, sé que no tiene que ver particularmente con que la escena o escenas estén bien actuadas o fotografiadas, tiene que ver con el ritmo y el tono y que en el lenguaje cinematográfico es diferente al del lenguaje teatral. MÓNICA HUARTE En Cansada de besar sapos no estaban los flashbacks, mi personaje hablaba de una amiga que tenía pero no la veíamos, yo le sugerí al director que viéramos esos flashback y creo que eso dimensionó al personaje, lo hizo mucho más divertido porque éramos testigos de esa vida oculta que tenía, fingiendo que se trataba de una amiga. Siempre que algún diálogo me suena falso o no lo siento real lo digo y por lo general algunos directores que son también guionistas me permiten improvisar mucho, con Issa López en Casi Divas y en Efectos Secundarios, muchos de mis textos son improvisados. Y bueno también he tenido la experiencia de amar el guión y al ver la película darme cuenta de que algo pasó, la historia no se logró contar como estaba en el guión, en el camino algo se perdió, en filmación o en edición y es una sensación muy triste, pero a veces sucede.
¿Desde tu formación actoral, cuál es tu aproximación a la escritura cinematográfica? ARMANDO ESPITIA No entiendo muy bien la pregunta. Pero si aisló los conceptos formación actoral y escritura cinematográfica, no encuentro ninguna relación en ellos. En mi formación no hubo nunca un acercamiento al guión. Nos entrenamos con los clásicos del teatro en donde todo es acción y/o palabra, y esa creo que es una de las mayores dificultades de un actor con formación teatral al querer trabajar frente a la cámara: el no entender que la acción dramática no recae solo en nosotros. En el teatro estás tú como actor desnudo, imaginando, todo está en ti. En un montaje para la cámara todo existe y tú eres una parte más. Eso a veces nos cuesta trabajo entenderlo. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL Aparte de las sugerencias de modificaciones que he hecho a algunos guiones en los que he actuado, he tenido oportunidad de estar muy de cerca al guionista/director desde los primeros momentos del proceso de gestación de la película. En mi caso, esa es la experiencia óptima. Es así como el actor cinematográfico puede ampliar sus libertades creativas y anteponerse a las habituales limitaciones que le impone el proceso tradicional/industrial de hacer cine. HUMBERTO BUSTO También he estudiado cine y hay algunos proyectos desde hace un par de años que me han permitido colaborar como escritor. Me parece que si tienes idea como actor sobre la lógica interna de los personajes, puedes tener elementos interesantes que aportar en el área de la escritura, porque tomas decisiones no a partir de invenciones, sino a partir de lo que el personaje establece en un principio y que te dicta su propio destino y acciones. MARTHA CLAUDIA MORENO Pues como todo tiene que ver con tu época y generación, yo me formé en una generación teatral, el cine era un moribundo que tenía ciertos momentos de mejoría y así pasaron unos años, cada año era el año del nuevo cine mexicano. Yo salí de la escuela en el año de 1991, época de Rojo Amanecer, Danzón, La Tarea, entre otras. Curiosamente, las tres que mencione con María Rojo. El número de películas era mínimo, sin embargo corrí con suerte y me tocó trabajar en IMCINE directamente en el área de revisión de guiones, ahí comprendí que el actor es un ingrediente más del cine, no el ingrediente primordial como en el teatro. MÓNICA HUARTE Desde mi punto de vista, un actor es un creador e idealmente tiene la capacidad de saber desde que lee el guión cuáles son las fortalezas y las debilidades de la historia, o del personaje, o de la relación entre los personajes. He tenido la fortuna de que, cuando he notado cosas que necesitan trabajo en el guión, mi voz ha sido escuchada y he podido trabajar incluso mis personajes con el guionista para hacerlos crecer. A veces nada de esto es necesario, cuando un guión desde que lo lees está muy bien escrito pero cuando no, creo que decir lo que desde tu punto de vista falta es importante. Yo ahora estoy escribiendo mi propio guión y me doy cuenta que tengo mis fortalezas como los diálogos y los personajes, pero es en la estructura que pido ayuda a los que saben y eso me ha hecho crecer. ¿Has tenido contacto con los guionistas de alguna película o serie en las que has trabajado? ¿Cómo ha sido? ARMANDO ESPITIA Sí, porque he hecho puras películas que dirigen los guionistas. Creo que dirigir es una consecuencia de que exista el guión, o sea, están relacionadas íntimamente, y me parece natural que el guionista necesite dirigir su propia película. Una ocasión particular fue trabajar con una actriz que escribió la película y estaba siendo dirigida por alguien más, en su propio guión. Había una lucha genuina por separarse de su labor como guionista y como actriz, de deshacerse de ideas preconcebidas y ponerse totalmente en manos del director. Ese me pareció un ejercicio muy interesante. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL Casi siempre he tenido contacto con los guionistas de los proyectos con los que he trabajado y considero que eso es lo correcto y lo más profesional. Cuándo el guionista no da la cara todo el proceso se vuelve más desgastante y comienzan a haber triangulaciones torpes. Se pierde organicidad y dinamismo. HUMBERTO BUSTO En todos. Me gusta involucrarme en todos los sentidos. MARTHA CLAUDIA MORENO Pues cuando el director es el guionista, algunos directores en estos casos pueden ser más abiertos a alguna propuesta y en general cuando el guionista es diferente al director, están observando, nunca me ha tocado que se me acerque uno y me diga: “¡Estás haciendo pedazos mi personaje!”, o algo así. MÓNICA HUARTE Siempre, siempre que puedo hablo con ellos, a veces no es posible porque no están involucrados en la filmación, pero cuando están cerca me parece fundamental un intercambio con ellos y siempre me han dado luz en la creación del personaje, al final ellos fueron los que le dieron vida, así que saben cosas que te iluminan el camino.
En tu experiencia, ¿qué tanta importancia le dan los directores al guión al momento de filmar? ARMANDO ESPITIA Depende de cada director. Unos han trabajado tanto con el guión que no necesitan revisarlo el día del rodaje, saben perfectamente qué haremos. Otros no lo sueltan nunca, en ningún sentido. Pero he descubierto que el guión siempre es el punto de partida, la materia prima. FERNANDO ÁLVAREZ REBEIL Afortunadamente no tanta. En mi experiencia casi siempre le han dado más importancia a la película. HUMBERTO BUSTO Si es un buen guión significa que es lo más importante a seguir. De ahí parte una estructura, una tesis, una serie de significantes indisolubles con el riesgo de la maquinaria cinematográfica. Si uno se pierde en el camino como director, uno regresa al guión y su sentido. Eso te permite no perderte en el infinito de opciones que la práctica fílmica genera y en la que en medio de un hermoso caos, uno debe tomar decisiones importantes a cada minuto. MARTHA CLAUDIA MORENO Pues varía, hay directores que son muy estrictos y piden incluso los textos de forma literal, otros lo utilizan como una guía, y otros reescriben escenas. Cada director es una película. MÓNICA HUARTE Me ha tocado muchas veces filmar con directores que son también los guionistas de sus películas y son generalmente muy flexibles, pero cuando el director no es el guionista me ha tocado mucho respeto al trabajo del guionista, hay libertad de cambiar algún texto si suena acartonado o raro, pero he sentido mucho respeto y pienso que así debe ser.
|
Archivo
May 2016
Categorías |