Por Juan Carlos Franco La búsqueda del sueño americano, la inmigración ilegal y la parábola de la fama (con su ascenso y su caída) son algunos de los temas que se entrecruzan en esta historia.Para Alonso —A ese vato… A ese vato le gustaba mucho Breaking Bad. EXT. DESIERTO DE ARIZONA – DÍA Un día soleado. A lo lejos, una RV. Junto a ella, un incendio. Las llamas se confunden con el fuego del sol, con la arena encendida. Junto al incendio, mirándolo absorto, Marco (15). —El cabrón la descubrió un día y no dejó de verla. La terminaba y la volvía a repetir. EXT. RV – CONT. La espalda de Marco, su nuca, su cabello. Más allá, el fuego. Un cuerpo se retuerce en las llamas. —Terminaba un día todos los capítulos y al día siguiente ya estaba viendo otra vez desde el principio toda la pinshe… Las llamas se esparcen por los matorrales e incendian poco a poco los alrededores hasta alcanzar INT. RV – CONT. La camioneta, vacía en el interior excepto por un Nintendo Wii, en pausa, en una tele de 40’ una pared llena de imágenes de su familia, de su pueblo y una P14 .45. —Un día el cabrón nomás se fue. Así, sin despedirse ni nada. EXT. DESIERTO DE ARIZONA – TIEMPO DESPUÉS Las nubes se han tornado oscuras, pero viajan a gran velocidad por el viento. El incendio se ha expandido y ha devorado la camioneta por completo. Marco deja atrás el incendio lentamente. —Nadie supo dónde buscarlo. Más bien todo mundo sabía que era inútil, que el pendejo seguro se había ido pal Gabacho. CLOSE – Marco, joven, moreno, vestido de pantalones de mezclilla y camisa fajada sin cinturón, lleno de hollín, llora mientras se aleja. El incendio detrás de él. —Nadie hubiera adivinado CLOSE – Sus manos negras. —que estaba ahí, tan cerca. CLOSE – El bolsillo trasero. Una AF 2011 .45 doble cañón gris. —En la tele. CLOSE – La sien. El cañón gris. A NEGRO. —Cut! EXT. DESIERTO DE ARIZONA – ATARDECER Marco mira, aún con lágrimas en los ojos, al crew de la película. Todos aplauden. —That’s a wrap, people! Alrededor del humo casi negro, la gente sonríe. Se acercan a Marco, lo abrazan. Marco tose. Pero sonríe. El Director (36), de lejos, lo mira orgulloso. Marco lo ve. Le agradece con la mirada. MONITOR – La imagen del Joven (19), una sonrisa tímida que se extingue. Silencio. Mira la cámara, mira alrededor. —¿Ya terminamos? INT. CASA HUMILDE, CAMARGO – DÍA El Joven se para. Un equipo de filmación está dentro de su casa. —Podemos seguir afuera, si tú quieres. Puros gringos. —Como quieran. El equipo empieza a moverse. EXT. CASA HUMILDE, CAMARGO – DÍA Frente al portón verde de la casa, el Joven prende un cigarro. Las cámaras aún no están colocadas. El Director se acerca. —¿Estás bien, bro? —Sí, todo bien. —¿Qué marca fumas? —La que sea más barata. Silencio. Se oyen petardos a lo lejos. Ambos se distraen. —Oiga… El Director lo mira. —¿Esto va a ayudar? —¿Ayudar? —A encontrarlo. El Director lo piensa. Las cámaras están al fin listas. —No lo sé, bro. Espero que sí. El Director se va detrás de cámaras. El Joven se queda solo, fumando, mirando hacia otro lado. PROGRAMA DE TV – Marco, de traje sin corbata, peinado a la perfección, le sonríe a MATT LAUER (58), el conductor de The Today Show, ambos sentados en un gran sillón naranja. —And how did you do it? —I just crossed. La televisión, un aparato viejo, va revelándose en medio de una habitación de clase baja. En la pared, junto a la televisión, varias fotos, muchas de ellas iguales a las que estaban dentro de la RV. —You must’ve been scared. Un crucifijo. —No, I wasn’t. Una enciclopedia. —But all those terrible scenes… La ventana: la calle gris. —That’s what I really want to do all my life. Un calendario con la imagen de un desierto imponente, lleno de colores prendidos. En la TV, Matt Lauer ríe. —You heard him. We’ll be right back with this heartwarming story of a kid who went from illegal immigrant to be on almost every TV screen in America. Stay tuned. Música alegre. —Cut! INT. SET, THE TODAY SHOW – DÍA Matt Lauer se para del sillón, eliminando por completo la sonrisa de su rostro. Se va. —Cuando ese vato regresó todo mundo lo adoraba. Había triunfado, el cabrón. Marco se queda sentado en el gran sillón naranja, absorto. De pronto descubre frente a él a EVA (28), una asistente, blanca, chaparrita, regordeta, chicana. —¿Ese vato dijo que era ilegal? —Sí. —Si ustedes me trajeron. —I know. Los técnicos se preparan por todos lados. Eva y Marco empiezan a caminar. Marco parece triste y Eva lo nota. —They’re assholes. —Ya sé que son assholes, pero… —Déjalo. Frente a la mesa de catering, Eva toma dos donas y se sirve un café. Marco la mira mientras da una mordida enorme a una de las donas. —Antes era peor. Y nadien decía nada, ¿sabes? Ahora por lo menos estás on TV, ¿no? Silencio. De pronto, regresa el camino andado hasta el sillón. Los camarógrafos se preparan —Ready? para empezar a grabar —Five, four, justo cuando Marco se sienta —three, two, y deja ver su cara de enojo. —one. Música alegre. EXT. CASA HUMILDE, CAMARGO – DÍA El Joven sigue fumando. —¿Qué me preguntaste? —Si lo extrañas. El director espera la respuesta detrás de cámaras. Silencio. —Un shingo. —¿Qué es lo que más recuerdas de él? —Pues eso. —¿Qué…? —Cuando regresó.
EXT. CALLE, CAMARGO – TARDE Una calle de clase baja. Marco se baja de un taxi. —Era famoso. No sé quién bajaba la serie y nos reuníamos a verla. Marco camina unos pasos y toca la puerta en una casa sin portón. —Cuando supimos que ya estaba aquí otra vez todo mundo se volvió loco. EXT. TERRENO BALDÍO – NOCHE Un terreno con unas cuantas lámparas en los extremos dando luz. Carne asada. Mucha gente. En medio de ellos, Marco. —Y traía varo el vato. Le pagaron bien. Tenía sólo 15… 14 o 15, y el cabrón se sentía rico. Nos invitaba todo. Marco sirve whisky mientras habla con los demás. EXT. AUTOCINEMA – NOCHE Marco sentado junto a Yoselin (16), muy arreglada, viendo la película. —Era el orgullo del pueblo, ¿no? Pos cómo no. Marco la abraza, nervioso. Yoselin trata de mantenerse en calma pero luce emocionada. —Pero las cosas se fueron acabando. El dinero, la emoción. En la pantalla, un sinfín de explosiones. INT. CASA DE MARCO – AMANECER Marco mira una telenovela. —Y ese vato lo sintió, a huevo que lo sintió. Lo resintió, pues. Marco cambia de canal hasta encontrar Mad Men en español. —Eso lo cambio todo. En un momento tienes fama, ¿no? Y en unos meses… Marco cambia el audio al original. EXT. CASA DE MARCO – AMANECER Marco, con una mochila verde al hombro, cierra la puerta. —El dinero se lo acabó él, pues. Pero la fama no la puedes tener para siempre. Camina por la calle, lentamente, hasta desaparecer. EXT. CENTRAL DE AUTOBUSES, CAMARGO – DÍA Marco compra un boleto. —Y una mañana se fue así nomás. No le dijo nada a nadie. INT. AUTOBÚS – DÍA Marco mira hacia afuera. El desierto y las nubes. —A triunfar. A que nos diéramos cuenta que no era nomás una cosa de una vez. El desierto se transforma, conforme avanza el autobús, en la frontera. EXT. FRONTERA – MEDIODÍA Marco parado frente a los autos, quieto. —El pendejo no sabía que su visa era sólo por dos años. Marco camina en sentido contrario. EXT. AVENIDA – ATARDECER Marco está formado con su mochila junto con otros veinte hombres frente a la caja de un tráiler. El KEN (33), un hombre gordo, rubio y sudoroso, pasa frente a todos pidiendo el dinero. Cuando llega a Marco, lo ve con atención y se aleja. —Es todo lo que sabemos. Quién sabe de dónde shingaos sacó el dinero para cruzarse. INT. HABITACIÓN DE HOTEL – NOCHE Un hotel sencillo y viejo. Dos HOMBRES, ambos vestidos con botas y sombrero, uno de ellos con una pistola en el cinturón, miran a Marco detenidamente. La mochila verde descansa en la cama. —De dónde vienes. —De mi casa. —A qué vas pa allá. —A actuar. Ambos ríen. —Ah, cabrón. Ésa sí es nueva. —Cada quién su sueño americano, ¿qué no? —A Los Angeles, entonces. Marco los mira. —Primero a El Paso. Silencio. —Primero lo primero, cómo no. —Los de arriba quieren proponerte algo, morro. Cuántos años… —Diecisiete. —No pos shingón. —Quiénes son los de arriba. —No hagas tantas preguntas, morrito. Tú calmado. INT. CAJA DEL TRÁILER – NOCHE Un espacio casi completamente oscuro, sólo iluminado ligeramente desde arriba. Marco entre cuarenta y tres hombres. Algunos duermen, otros sólo miran un punto fijo. —¿No quieres viajar gratis? Casi a nadie le toca esto. Tú eres el de la suerte. Sólo porque el pinche Ken te escogió. Tienes suerte, cabrón. Marco mira hacia arriba. Infinitos hoyos pequeños hacen que las luces en movimiento de la carretera se cuelen ligeramente. Como estrellas. —Sólo tienes que hacerles un par de favores. Nada demasiado complicado. INT./EXT. CAJA DEL TRÁILER/CALLE, EL PASO – AMANECER De pronto, la puerta se abre. Entra la luz pálida del amanecer. Los hombres salen uno a uno, sin ninguna emoción. Marco sale al fin, con su mochila, fingiendo entereza. Camina rápidamente. INT. CENTRAL DE AUTOBUSES, EL PASO – DÍA Marco frente a un Greyhound, anunciando Los Angeles. Se sube con prisa. INT. GREYHOUND – DÍA Marco mira por la ventana. INT. GREYHOUND – ATARDECER Marco duerme. INT./EXT. GREYHOUND/ESTACIÓN DE AUTOBUSES, L.A. – NOCHE El autobús se estaciona. Marco se despierta. Baja rápidamente, tratando de esquivar a los otros pasajeros que preparan sus cosas. Al bajar, un hombre alto y blanco lo toma del cuello con fuerza y lo lleva con él. —Mi mochila. —Shut up, bitch. —Se quedó… Una bofetada. Marco llora. Siguen caminando hacia la salida. A NEGRO INT. HABITACIÓN PEQUEÑA – DÍA La habitación, de paredes rojas desteñidas, no tiene ventanas, está sucia y casi no tiene muebles, aunque tiene un lavabo y un espejo. Marco, sentado en el piso, mira una escena de The Wire en un pequeño monitor: el personaje da el tiro de gracia por la boca a una chica que yace en el piso. INT. HABITACIÓN PEQUEÑA – MÁS TARDE Marco se mira en el espejo. Pálido, ojeroso. Se echa agua en la cara. EXT. DINER – NOCHE Marco y el Ken frente a frente en un gabinete. El Ken mira a Marco comer una hamburguesa con paciencia. —How you holdin’ up? —A mí háblame en español, hijo de… —Calmado, chavo. Acá todos somos amigos. —Yo no soy tu amigo. —Lo sería si no te hubieras tratado de ir a la verga. Silencio. —¿Y ya estás listo? —Qué importa eso. —Importa mucho. Nadie quiere que la cagues. —No la voy a cagar. Silencio. —¿Y qué vas a hacer cuando estos vatos te dejen en paz? —Cuando tú me dejes en paz. —Potato, potato. ¿Te vas a ir a los castings? Silencio. Marco come con más impaciencia. —¿Qué te hace pensar que tienes chance en eso? —No pienso en eso. —¿En qué piensas? —En nada. Silencio.
—Mira, morro. Acá nadie te está tratando de chingar y tú andas todo… Bájale de huevos. —Yo sólo quiero que ya se acabe. —Sólo uno. Es un buen negocio. Un pinche… —Cállate. El Ken saca una pistola y la pone sobre la mesa. Marco mira nervioso alrededor. —I’ll talk whatever I want, bitch. Silencio largo. —¿No tienes a nadie que te vaya a extrañar? —No. Nadie. Nunca. —Yo sí. —¿Entonces por qué te fuiste? —No sé. Sólo quería estar lejos. Acá se veía mejor. Uno sueña cosas que no tienen sentido, pero no se da cuenta hasta que la vida llega y le mete unos putazos. Pero nos gusta chingarnos, hacernos esperanzas con quién sabe qué. Yo sólo quería venir y ser feliz como todos, ¿no? Como alguien normal. Pero es que todo está tan de la verga que no podemos quedarnos ahí donde sabemos que estamos chido, tenemos que ir a buscar la emoción y… Tenemos que buscar esa sensación aquí en el pecho de que somos unos chingones. De que no hay nadie como nosotros y que todo mundo nos la pela porque… Pos porque sí, porque somos chingones. —Pero algunas veces sí somos los chingones. Marco lo mira atónito. —Y algunas veces no. —Sólo así se puede ser… Marco se para y sale del diner. El Ken, harto, lo sigue. —Qué pinche mosca te picó. —No pagaste. —Porque te fuiste. —Ya terminé. El Ken se para. —A dónde vas. —Tengo un casting a las 8. —Pendejo. INT. HABITACIÓN PEQUEÑA – DÍA Marco sentado frente al monitor apagado. Lo mira con insistencia. INT. HABITACIÓN PEQUEÑA – MÁS TARDE Marco se mira al espejo. Ya no hay más miedo en su cara. Se mira fijamente, sosteniéndose a sí mismo la mirada. De pronto, regresa a la cama. Toma de debajo del colchón una AF 2011 .45 doble cañón gris y, después de mirarse un segundo al espejo, le dispara. Marco respira con agitación, mirando el hueco de la bala y los vidrios en el piso y el lavabo. Entran el Ken con otros hombres, asustados. —¿Qué pasó? —Cuándo va a ser. Marco, aún con la .45 en la mano, repite agitado la frase. El Ken empieza a reír. Los otros, asustados, se contagian de su risa y salen, tranquilizados. El Ken, aún sonriendo, se acerca a Marco. En un movimiento, lo toma del cuello con mucha violencia. —No la cagues, cabrón. Después de un momento, lo suelta. Marco cae al piso. El Ken sale del cuarto, murmurando. —Fuck that shit, bitch. As if we live in a fuckin’ mansion without any neighbors and shit… NT. HABITACIÓN PEQUEÑA – DÍA Marco está acostado en el piso. Silencio absoluto. La puerta se abre. Una mano le lanza la mochila verde. —Mañana a las 9 am. Be ready. La puerta se cierra. Marco mira la mochila, sin reaccionar. De pronto, se abalanza sobre ella. Saca todo lo que puede. Huele, toca. Encuentra un pequeño montón de fotos amarradas con una liga. Varias de ellas son las que estaban en la RV o en la pared de su casa. Las pasa una a una, rápidamente, hasta que se detiene en una: en el desierto él posa con hollín en la cara, sonriente, junto a Bryan Cranston, fuera de personaje. La mira mucho tiempo, serio. Se lanza sobre la cama, justo cuando se escucha INT. HABITACIÓN PEQUEÑA – AMANECER La alarma del radio-reloj. Marco tiene los ojos abiertos. INT. HABITACIÓN PEQUEÑA – MÁS TARDE Marco se termina de vestir. Revisa cuidadosamente la .45 y la mete en su chamarra. Mira las cosas de su mochila por todo el cuarto. Suspira, serio. Va hacia la puerta. Antes de abrirla, regresa hacia el lavabo. Mira sus manos y, lentamente, levanta la cabeza hacia el espejo. se ve por un segundo y sale. El espejo refleja una pared más roja que nunca. INT. EDIFICIO – MÁS TARDE Marco baja lentamente los cuatro pisos de escaleras. Hay eco. El elevador hace un ruido grave, omnipresente. Empieza a acelerar el paso en el último piso, hasta que llega a la puerta. La abre en un movimiento, sale a la calle y le dan un balazo en la cabeza. Los asesinos cruzan en sentido contrario. —…but the neighbors said they are waiting for an answer on how this will affect the traffic and the development of the area which Quietud. PROGRAMA DE TV – Las imágenes de una pequeña protesta afuera de un sitio de construcción. —they have always considered dangerous and inaccessible. La presentadora en el estudio de un canal local. —And it’s been 10 days since the death of a young Latino boy in South Gate. Las imágenes de la calle y el cuerpo de Marco. —No answer as to the identity of the boy or the whereabaouts of the killers. Please contact the channel if you have some information. La presentadora. —We’ll be right back. A NEGRO EXT. CASA HUMILDE, CAMARGO – ATARDECER El Director y el equipo de filmación guardan todo en una camioneta. Le agradecen al Joven, que fuma un cigarro frente al portón verde. Se suben a la camioneta y se van. INT. CAMIONETA – ATARDECER El Director va en el asiento del copiloto. Mira por la ventana. Camargo va deshaciéndose en un desierto. El movimiento. Las nubes. El cielo parece un incendio. Uno de los miembros del equipo, que va manejando, lo mira. —Why didn’t you tell him? —I thought about it. It’s better if we wait. —Why? —We don’t want the mother to find out before. —That’s true. Silencio. El movimiento. El incendio. —It’s gonna be a hell of a doc. El Director sonríe.
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May 2016
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