Un verdadero despertarPor Antonio Kurt Es importante saber que J.J. Abrams es aficionado a Star Wars. Desde que Lucas anunció que se realizarían las precuelas, los seguidores de la saga estuvimos emocionados por ver más historias situadas en este universo y la decepción posterior es más que sabida. Con un producto de la industria del entretenimiento del tamaño de Star Wars y con los años que se ha quedado en el gusto del público las expectativas ante cualquier nueva producción son altísimas. Como se afirma en el documental The people vs George Lucas este universo pertenece a los seguidores de la galaxia muy lejana. De ahí la importancia de que un fanático encabece a un grupo de personas muy talentosas para presentar el nuevo episodio de la saga. Todos los elementos en la más reciente película parecen caer en su justo lugar. Una historia entretenida contada de manera muy efectiva gracias a una buena dirección y efectos especiales muy cuidados. De la excelente música de Williams poco se puede agregar. La galaxia de Star Wars parece reencontrar su lugar a manos de Disney. No más momentos tipo Jar Jar Binks. No más disputas por impuestos a las rutas de comercio. No sé si Abrams vio el video que se hizo viral hace unos años titulado 4 Rules to Make Star Wars Great Again pero después de ver The Force Awakens, la esencia de lo que se planteó en la Star Wars original parece volver a respirar. Agradezco entonces a Kasdan, Abrams y Arndt por volver a transportarnos a aquel lugar. Pero sobre todo agradezco que le hayan devuelto a Star Wars la suciedad perdida que tanta falta le hizo en los últimos años. El esperado regresoPor Carlos Tello de Meneses En 1977 nadie sabía lo que era Star Wars. Salvo por un par de cínicos ejecutivos para cuyos oídos esas palabras sólo significaban el demente proyecto sin sentido de Lucas, y un crew enojado por las largas horas de difícil trabajo en un proyecto en el que nadie (salvo unos pocos) creía, Star Wars no significaba nada. Hoy, casi 40 años después, la situación es la opuesta. Para una película como The Force Awakens las expectativas de su público lo son todo. Después de la ruptura entre Lucas y su audiencia por las precuelas, la idea de una nueva visita cinematográfica a la galaxia muy, muy lejana era una apuesta peligrosa. Las precuelas, a pesar de tener algunos admiradores, son generalmente repudiadas por los fans, la crítica, y un recuerdo lejano para la mayoría de la audiencia promedio. Tras décadas de estar en la primera fila de la consciencia popular, Star Wars estaba poco a poco, yéndose al olvido. Entonces es perfectamente comprensible que, para esta nuevo canto en la saga de Star Wars, JJ Abrams y Disney hayan decidido tomar los planos narrativos de la película original y rehacerlos, actualizándolos y nutriéndolos de la rica mitología que ha desarrollado este universo para hacer una de las mejores películas del año. The Force Awakens triunfa porque Abrams y su equipo comprendieron todo lo que hacía funcionar a la trilogía original. Las dosis adecuadas de humor, de oscuridad, de drama. Los personajes son claros, entrañables y con objetivos evidentes. Las escenas de acción son naturales e intrínsecas a la trama. Incluso las dosis de nostalgia son las adecuadas. Esta película no se deja ser devorada por ella, sino que la usa para propulsarse y fortalecerse a sí misma. A su trama y a sus personajes. Esta es, definitivamente, una película por y para los fans. Interesantemente esto sólo la hace más accesible y natural para una audiencia externa. A diferencia de las precuelas que sentían una necesidad por explicar todo, The Force Awakens sólo explica lo necesario, dejando espacios de misterio que alimentan las relaciones de sus personajes. La película triunfa porque sabe perfectamente lo que es y lo que necesita ser, se toma su tiempo y obtiene un ritmo natural gracias a ello. Al negarse a revelar demasiado de si misma, la película forzó a su audiencia a esperar. Y esa espera, que para algunos ha sido de más de 30 años, ha valido la pena. La Fuerza es poderosa en JJ Por Rafael Martínez García Todo el miércoles estuve ansioso. Esa noche por fin vería el séptimo episodio de la saga de Star Wars: The Force Awakens. Mi espera por esta película había comenzado oficialmente un año y un mes antes, cuando el viernes después del Día de Gracias en USA publicaron el primer teaser. Aún así, las horas previas se sintieron más largas. Hacía mucho que no experimentaba este tipo de emoción, y estoy seguro de que nunca antes me había pasado por la expectativa de ver una película. Mi corazón cada vez latía más fuerte, hasta que finalmente me encontré frente a la pantalla, listo para que mi vida cambiara. Lo mejor de todo esto es que esa emoción no se extinguió después de que las letras amarillas del prólogo se perdieron en la vastedad del espacio, sino que crecía más y más a lo largo de todo el metraje. ¿Por qué? ¡Porque la película es estupenda! The Force Awakens es la película que nos prometieron. Es el regreso triunfal a la galaxia muy, muy lejana. Un paseo lleno de nostalgia, adrenalina y emoción. Es una película hecha por fans, y para los fans… ¡al fin! JJ Abrams hizo un trabajo impecable en la dirección. La forma en que está filmado el Episodio VII es bellísima, el balance entre efectos prácticos y digitales es muy acertado, la edición hace que la historia se cuente con un ritmo admirable y los actores están siempre en el tono correcto. Además de que el reparto es excelente, todos hacen un gran trabajo y nuestros nuevos protagonistas tienen el carisma y la química entre ellos que nunca vimos en las precuelas. Se siente cómo todo mundo aquí, en cualquier puesto del crew, está haciendo su mejor trabajo. El guión, cortesía del legendario Lawrence Kasdan, el talentoso Michael Arndt (a quien finalmente sí acreditaron) y el mismo JJ, es de lo más correcto. Se nota el gran oficio que tienen los guionistas en este tipo de proyectos. La trama está hilada por un montón de eventos, cada uno de ellos fascinantes, en los que nada de lo que pasa se siente prescindible. Cada escena cuenta, y las escenas en The Force Awakens cuentan MUCHO.
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December 2015
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