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Videojuegos, web, cómic, música y otros medios

Cómics con sentido

7/28/2015

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Por Israel Morales Nava
Imagen
Ilustración: Israel Morales Nava

Según la Revista Mexicana de Comunicación, el cómic más leído en México es El Libro Vaquero, seguido por los de los súper héroes (Spiderman, Batman, etc.). Tampoco es que existan muchas opciones en los puestos de revistas, aunque a diferencia de un par de años, ahora podemos encontrarnos con una que otra obra interesante, como la relativamente reciente entrada de Sandman en dichos puestos.

Sin embargo, es posible encontrar algunas tiendas de cómics que, aunque repletas del género de súper héroes, pueden ofrecer alternativas a este género o, al menos, el cliente puede solicitar que consigan algún cómic extraño por un módico precio. El punto es que vale la pena explorar un poco más el mundo del cómic. No me refiero únicamente al género de súper héroes, generalmente enfocado hacia un público masculino y de determinada edad, sino a obras que narran otro tipo de historias, con dibujos menos típicos y que hablen de temas que puedan considerarse socialmente relevantes.

En 2014 conocí a Miguel Gallardo, legendario historietista español. Conocido por sus trabajos en Makoki, Gallardo explicaba parte del proceso que su obra, María y yo, había requerido antes de salir a la luz. En este cómic, que a su vez es un cuaderno de viaje, el dibujante español relata sus experiencias durante unas vacaciones de verano con su hija, quien tiene autismo.

A diferencia de sus cómics anteriores o de su trabajo como ilustrador, los dibujos de María y yo son muy sencillos, de una simplicidad tan honesta que inmediatamente captan la atención del lector. Gallardo contaría que ese estilo de dibujo fue una de las maneras en que él se comunicaba con su hija, mucho antes de siquiera pensar en crear este cómic. Sin caer en lo lastimero, el autor retrata diversos momentos que padre e hija experimentan a lo largo del viaje. Algunos alegres y otros no tanto.

El lenguaje sencillo y directo; la transparencia de los personajes y el gran estilo con el que cuenta, hizo que este cómic pronto fuera solicitado por diversas personas con algún familiar con autismo. Además, al parecer esta obra motivó el interés por parte de la población en el tema del trastorno del espectro autista. Este cómic invita a reflexionar acerca de cuán accesible es, o no, el entorno para una persona que padezca esta discapacidad, sin necesidad de recurrir a explicaciones de enciclopedia ni al sentimentalismo barato.

Gallardo también explicaba, entre otras cosas, que ahora su cómic se ha traducido a otros idiomas y que María y yo fue llevado a la pantalla en forma de documental.  



Así, podríamos decir que esta obra de Gallardo se inscribe en ese terreno del cómic donde los súper héroes no son necesarios, sin que ello signifique falta de creatividad, entretenimiento o calidad en la narración de una historia.

En 2011 me topé con un cómic al estilo cuaderno de viaje o mémoire sumamente interesante, con dibujos a blanco y negro y con una narrativa tan atrayente como cruda y casi esperanzadora. Me refiero a la obra de Budoin y Troub’s, titulada Viva la vida. Los sueños en Ciudad Juárez
. Con un prólogo de Paco Ignacio Taibo II, este cómic retrata los encuentros que los autores tuvieron con los moradores de aquella ciudad, marcada por los terribles feminicidios, por los primeros muertos de la guerra contra el narco, por la falta de discreción de este capitalismo mordaz.

Una historieta que habla de fronteras, del odio contra las mujeres, de la precariedad de la vida, pero también se trata de un cómic que rescata la esperanza de los sobrevivientes de Ciudad Juárez, sus sueños, sus anhelos  más nobles. Todo esto sin recurrir a la denuncia visceral, sino a la memoria, como si se tratase de periodismo narrativo; con un arte gráfico que no precisa invocar la sangre o la violencia, pero sí los rostros y cuerpos que nos hacen recordar la vida que habita cada uno.

Cabe señalar que no es necesario recurrir al relato de experiencias reales para dotar a un cómic de una relevancia temática (si se me permite usar este término, pues todo tema es relevante dependiendo de la manera en que se lo aborde) que invite a los lectores a cierta reflexión sobre ciertos aspectos de la sociedad que nos rodea, que nos atraviesa.

Por ejemplo, The Massive, de Brian Wood, es un cómic (o serie de cómics) de ficción que relata la historia de un exmercenario convertido en activista ambiental en un mundo colapsado por desastres naturales y la decadencia de la sociedad. El personaje principal de esta historieta se enfrenta constantemente a serias dudas acerca del significado de ser un ambientalista ferviente en un mundo que ha llegado a su fin; sobre si vale la pena liderar a su grupo de acompañantes en una causa que, de antemano, ya parece perdida.

Siempre me ha parecido que el tema del deterioro ambiental es muy difícil de tocar dentro de una narrativa que sea interesante y que no relegue al ambiente a un plano meramente ornamental y sin caer en el libro educativo, aleccionador, o en el recurso didáctico. Todos estos muy útiles, pero no pueden ser contemplados de una manera distinta a un material pedagógico. Aunque a decir verdad, parece que en México se padece de esta triste tendencia: usar una forma narrativa tan singular como la del cómic para crear meros relatos instructivos o incluso propagandísticos. El problema no es que existan estas tendencias, sino que a veces pareciera que son las únicas.

Sin embargo, sin necesidad de renunciar al género de acción, que tanto nos entretiene, The Massive ofrece un relato que constantemente abre la pauta para pensar nuestra relación con el entorno que habitamos y al que, inevitablemente, afectamos (y nos afecta) en todo momento.

Hablando de cómics de ficción que aborden temáticas poco recurridas (quizá por la dificultad de hacerlo de una manera que atraiga la atención de los lectores), recuerdo la obra de Mery Cuesta, titulada Caída y auge de Antxon Amorrortu. Dicho cómic relata en primera persona las andanzas de un incipiente artista mediocre que busca llegar a lo más alto del sistema de arte contemporáneo. En esta historia satírica, el protagonista hace uso de todo tipo de argucias para lograr su objetivo, no sin enfrentarse a serias consecuencias, algunas de ellas irreversibles.

Esta pequeña, pero potente historia de Mery Cuesta, a través de viñetas muy sencillas y trazos aún más sencillos pero de una fuerza pasmosa, expone de forma hilarante (y trágica, tristemente trágica) los intereses, mecanismos e influencias que yacen en el mundo del arte actual.Ahora, no pretendo decir que en el cómic de súper héroes no se aborden temas interesantes, mucho menos espero que no se los lea. Más bien este texto es una mera invitación a conocer otras formas de hacer historietas, de narrar historias a través de ese lenguaje tan único que sólo el cómic permite. Pues, aunque tiene relaciones muy estrechas con la literatura, el dibujo y, sobre todo, con el cine, el cómic posee una lingüística propia que permite presentar sus mensajes, sus narrativas, de una forma distinta a la de aquellos otros medios.

Algunos pensamos que el cómic en México sigue en pañales, en un estado regresivo del que aún no se recupera. Quizá una manera de salir de este atolladero sea, precisamente, ampliar nuestro panorama en torno a esta forma narrativa y descubrir que no todo es Marvel o DC, que los grandes maestros del dibujo satírico o de la tira política en Latinoamérica (Rius, Palomo, Helguera, Fontanarrosa, Quino, etc.) no tienen por qué estar solos en esa ardua labor. Pues hacer cómic (sean historietas, novela gráfica, tira cómica, o lo que sea) no es meramente dibujar en un montón de viñetas, pues requiere un trabajo de reflexión, de técnica, de forma narrativa y de composición por muy sencilla que parezca la obra en cuestión.

El mundo del cómic es inmenso y sumamente interesante, así pues, no perdamos la oportunidad de adentrarnos más en él. Al fin y al cabo, es bien divertido leer mientras se miran los dibujos.


Israel Morales Nava (Ciudad de México, 1983)
Dibujante, ilustrador, escritor y creador de cómics. Licenciado en psicología por la UAM X, realizó un postgrado en ilustración y cómic en la Escuela Superior de Diseño e Ingeniería de Barcelona – ELISAVA. Su experiencia recorre el campo de la intervención social y terapéutica hasta la narrativa y creación de contenidos. Estos vericuetos los ha realizado en asociaciones civiles e instituciones públicas como Pro Niños de la Calle, CENCRE, El Charco del Ingenio, GIFF, Corazonar, SEDEMA, entre otras. Actualmente estudia la maestría en comunicación en la UIA, abordando temáticas de representaciones de género en la narrativa gráfica (cómic). Aunque tiene personalidad múltiple, a todas ellas las cuida por igual.

@israeLuzbel
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