Por Israel Morales Los cómics y el cine tienen una relación espacial. Dentro de la producción cinematrográfica el storyboard es una herramienta que podrá considerarse como un préstamo de cómic. La narrativa de las novelas gráficas o comics toman aspectos del lenguaje cinematográfico, por ejemplo: planos, encuadres y composición (excepto de movimientos) al igual que de la fotografía, o la pintura. El intercambio entre disciplinas es necesario para el desarrollo de estas mismas. Otro elemento que comparten el cine y los cómics son las historias: se pueden encontrar en cartelera películas basadas en cómics. Ya todos hemos visto cómo varias de las historias de los cómics son llevadas a la pantalla grande, a veces, logrando obras interesantes y otras cayendo en la infamia. Ejemplos de ello sobran, comenzando con las múltiples adaptaciones de Batman y otros tantos personajes del maravilloso mundo de los súper héroes, pasando por V for Vendetta, Swamp Thing y Watchmen; además de Persépolis, La vida de Adéle (basada en la novela gráfica Blue is the Warmest Color), Ghost World, Kick Ass, 300, Sin City, Dick Tracy, Las Tortugas Ninja, Garfield, El Cuervo, Spawn, Constantine, The Spirit, María y yo (de la que hablábamos en el número anterior), Judge Dredd, Heavy Metal, Scott Pilgrim vs The World, RED, Flash Gordon, Hellboy, The Rocketeer, Camino a la Perdición (sí, en la que actúa Tom Hanks), Old Boy, Calzonzin inspector entre muchas otras obras. Por Daniela Moyes Actualmente, el videoclip representa una parte fundamental para el desarrollo y el reconocimiento de cualquier grupo musical. Desde sus comienzos, a finales de los años sesenta, el videoclip resultó ser un excelente medio de promoción para los singles de bandas o músicos tan populares tales como The beatles o The doors. Si bien la naturaleza comercial del videoclip lo ha ligado en parte al entretenimiento efímero[1], es claro que el género está entre lo publicitario y la creación visual artística. Es decir, que la plasticidad o maleabilidad del género puede ser aprovechada hacia cualquiera de los dos ámbitos. La combinación entre éstas dos que, juntas, logran trascender a un nuevo tercer medio. El video musical, ha sido también planteado como una especie de sinestesia en la que: “...la forma ideal es la música visual, una fascinante combinación de disciplinas que se complementan mutuamente...”[2] y como consecuencia, “esa combinación de formas, colores y música crea ilimitadas posibilidades de expresión artística”[3]. Sin embargo, estas “ilimitadas posibilidades”, actualmente, se han visto neutralizadas por un ansia de unificación productiva y mercadológica, que hace que la mayor parte de los videos “más vistos” tanto en la televisión como en internet se parezcan al grado de ser casi idénticos. Por Daniela Ochoa En los últimos años la lista de películas animadas se ha incrementado, posicionando el género dentro del gusto de la audiencia. Es un error común creer que las películas animadas están dirigidas al público más joven o que su contenido es estrictamente infantil, en realidad, las posibilidades que ofrece un mundo animado son extensas. A través de la animación se pueden crear universos inhóspitos, viajar a antiguas épocas o mundos fantásticos que sólo existen en la imaginación de quiénes los crean. Las posibilidades que ofrece son infinitas y no son exclusivas de películas infantiles, pues esta herramienta puede utilizarse incluso en películas donde se pensaría que no es necesario. Sea cual sea la forma en que la animación esté presente, ésta siempre obedecerá a la herramienta principal de una película: el guión. El guión como herramienta guía para la producción, contiene la historia que va a contarse. Describe cada una de las imágenes que veremos en el resultado final. A su vez, sigue un conjunto de reglas y guarda en sí mismo un sin número de elementos. Es aquí donde se unen los diversos géneros, incluyendo el género animado. La técnica con la que se realice una película -sea animada o live action - no está peleada con la estructura dramática que conforma una historia. Es probable que al recurrir a elementos digitales se extiendan ciertas posibilidades frente a los ojos del guionista y del director, sin embargo, estas características no sobrepasan la conocida estructura de tres actos. Una historia siempre contará con el planteamiento, desarrollo y resolución y la animación no es la excepción. Seguiremos la trama bajo el punto de vista del protagonista, contaremos con fuerzas antagónicas que obstaculicen el camino del personaje principal y que a lo largo de la historia lo harán crecer e indirectamente lo ayudarán a encontrar su objetivo, contaremos con una arena dramática donde se desarrollará la aventura y lo más importante, siempre habrá un conflicto que se resolverá al final de la historia. Por Carlos Tello de Meneses En los últimos años ha habido una gran explosión de apreciación por el cómic como medio. Y, aunque muchos todavía relegan el mundo de los superhéroes como segunda clase (relativo a calidad) dentro del llamado noveno arte, la verdad es que un gran número de los grandes autores del cómic se criaron y desarrollaron sus voces dentro del mundo de los héroes con capa. Alan Moore, Grant Morrison, Neil Gaiman, Scott Snyder, entre otros, hicieron muchos de sus mejores trabajos para DC o Marvel. De estos, sólo Alan Moore se compara a Frank Miller en impacto dentro de la industria y su apreciación como arte. 1986 fue el año definitivo para el cómic. La publicación del primer número de Watchmen en septiembre de ese año fue un momento crucial; sin embargo la revolución ya había empezado en febrero de ese año con The Dark Knight Returns de Frank Miller. Tanto Watchmen como TDKR fueron las piezas que iniciaron la era moderna del cómic y la influencia de ambos cómics es tal, que hablar sobre ellos se ha vuelto un cliché en sí mismo. Sin embargo, su irregular trabajo en los últimos años, y sus controversiales opiniones políticas han empañado el gran trabajo que Miller hizo en los 80's y 90's. Miller no sólo revolucionó a Batman con su trabajo en TDKR, lo revitalizó y trajo de vuelta a la consciencia popular. Aunque Batman había estado en las capaces manos de la dupla O'Neil-Adams durante los 70s y otros escritores y dibujantes durante los 80's (como Gerry Conway y Doug Moench, creador de Bane), fue el trabajo de Miller en TDKR y Year One lo que le devolvió a Batman su lugar en el Olimpo de los superhéroes. Por Antonio Kurt Yo, caminaré entre las piedras, hasta sentir el temblor, en mis piernas, a veces tengo temor, lo sé, a veces vergüenza. Click. La radio se apaga. Tiemblo. ¿Tiembla? ¿Lo recuerdo?
El niño despertó temprano. Tenía la costumbre de correr una cortina y mirar por la ventana. Sólo nubes cruzan el marco en esta mañana. El niño se incorporó de un salto sobre el colchón, entonces fue capaz de colocar sus manos sobre el vidrio. Respiró a poca distancia del cristal y miró como el vaho cubrió parte del paisaje, un terreno utilizado para cosechar. Desde la altura de un departamento de cinco pisos, ver vacas, gallinas, perros y demás animales de granja era una visión entretenida. El papá entró entonces al cuarto para decir que era hora de desayunar. Cargó al niño, salieron del cuarto y cruzaron un largo pasillo que conectaba las tres habitaciones del departamento hasta llegar al comedor. El papá dejó al niño en el suelo para acomodar al hermano menor, de 2 años, en un pequeño sofá en la sala. El niño, con lo mayor que era a sus cinco años, pudo ocupar una silla normal para desayunar en el comedor. Divagó viendo el vapor que salía de la cocina, cuando percibió algo nuevo. Click. |