Por Miguel Saucedo Hoy en día todo lo que hay a nuestro alrededor es objeto de venta. El chiste es saber cómo hacerlo llegar a la gente y crear en ellos la necesidad del producto. Por ello, somos una sociedad de consumo insaciable en la que el mercado segmenta a la población para tener mayor éxito. En la década de los 80 se creó una “conciencia de las generaciones” en la que, a partir de la edad, se asignó una clasificación. Actualmente conviven entre sí tres de estas tipificaciones: la generación de los “Baby Boomers”, es decir, la de nuestros abuelos; la “Generación X”, la de nuestros padres, y los “Millennial”, la de todos los infantes, adolescentes y jóvenes entre sus veinte y treinta y pico años. Estas generaciones buscan una identidad y permanencia común que al mismo tiempo las difiera de las otras de acuerdo a su contexto social, político y cultural. Esta breve introducción pretende hacer notar que los medios de comunicación y sus distintas plataformas de emisión tienen el gran reto de crear contenidos de ficción interesantes para los Millennials (que han dejado de ver TV), sin excluir al resto de las generaciones. “No hay mejor momento que el ahora” o YOLO: “sólo se vive una vez”, son frases que definen la filosofía Millennial donde al parecer todos son “mainstream”. Sin embargo, esta época de narcisismo, sobre todo digital, también nos habla de cierta desesperanza o tristeza por no encontrar un lugar en el mundo, por no hallar el amor e intentar definir una identidad propia. Bien subraya Sara Herranz sobre este segmento:“somos demasiado jóvenes para estar tan tristes” [1]. Existen dos series que reflejan con gran humor las dos caras de los Millennial. Younger con dos temporadas, transmitida en Estados Unidos a través de TV Land y en México por E! Entertainment Television, y Casual, serie exclusiva de Hulu. Younger o ¿cómo es que a mayor edad y más experiencia, menos deseables somos? Younger es una adaptación de la novela homónima de Pamela Redmon Satran y su creador es Darren Star, quien trajo a la cultura popular dos monstruos mediáticos: Beverly Hills 90210 y Sex and the city. Su premisa es sencilla: una mujer de 40 años no consigue empleo por su edad y se hace pasar por una joven de 26. Lo interesante y sobresaliente de la serie es que la comedia yace en el choque generacional y las peripecias de la protagonista por fingir ser una Millennial. El piloto abre con Liza (Sutton Foster) en una entrevista de trabajo. Ella está frente a dos jóvenes en sus veintes que, mientras ellos hablan de sus posts en las redes sociales, la cuestionan por haber dejado de laborar 15 años y entre líneas le hacen ver que su edad la ha sacado del juego. Dos minutos le bastan a Darren Star para establecer el tono cómico de la serie y presentar a su protagonista. En las andanzas de Liza como Millennial, la acompaña su mejor amiga Maggie (Debi Mazzar) quien la ayuda a rejuvenecer su imagen. Esta artista lesbiana del Bronx le da el toque irónico y sarcástico a Younger, que todo el tiempo cuestiona las acciones de los jóvenes y motiva a su amiga a que las siga, a que viva por segunda vez sus veintes: “People believe what you tell them!! People believe in Real Housewives, they’re gonna believe you’re 26!” (¡La gente se cree lo que le dices! ¡Creen en las Real Housewives, creerán que tienes 26!).
El toque romántico reside en Josh (Nico Tortorella), un hipster tatuador que se liga a Liza en un bar y la confunde con una chica de 20 años. De allí la idea de inventarse una nueva identidad. Liza consigue trabajo en la editorial Empirical como asistente de la directora de mercadotecnia, su contemporánea Diana Trout (Miriam Shor) y en contrapunto conoce a Kelsey Peters (Hilary Duff), una editora junior con la cual crea una gran hermandad sustentada en la falsa identidad.Younger tiene dos lecturas: el empoderamiento de la mujer para conseguir [i]todas sus metas, y la crueldad del mundo laboral que sólo apuesta por los jóvenes. Las aborda desde la comedia aderezada con diálogos de múltiples referencias a la cultura popular. Se dice que es la sucesora de Sex and the city, pero esto sólo lo podrán decidir los televidentes y el tiempo. Casual o la insoportable levedad del ser. Si Younger exalta el “sólo se vive una vez” y el “nunca es tarde para un nuevo comienzo”, su contraposición la encuentra en la incisiva Casual, que con ironía retrata la manera en que la gente busca el amor y cómo se relaciona con sus seres queridos. Este año Casual estuvo nominada a los Globos de Oro como mejor serie de comedia. El creador de la serie es Zander Lehmann y los 2 primeros episodios están dirigidos por Jason Reitman, que ha demostrado con Juno, Amor sin escalas y Young Adult, su capacidad para retratar con humor la búsqueda de identidad y del amor en una sociedad que dicta comportamientos que muchas veces apelan a lo superficial y poco humano de las personas. Desde la presentación del título de la serie está el sarcasmo: alguien en alguna red social busca pareja de manera casual. La historia se centra en una familia disfuncional integrada por los hermanos Valerie Meyers (Michaela Watkins) y Alex (Tommy Dewey), además de la hija de ella, Laura (Tara Lynne Barr). Valerie está en proceso de divorcio, ya que encontró a su marido en la cama con una joven de 20 años (sí, igual que en Younger), por lo que decide mudarse con su hija Laura a la casa de su hermano Alex, un emprendedor que crea una red social estilo Tinder llamada Snooger. La serie empieza y termina en una iglesia. En el inicio los personajes están en el funeral del padre de los hermanos y se burlan de sus familiares y de la muerte. Esta escena resulta ser un sueño de Alex. Para el final de la temporada, durante la boda de sus padres (que en realidad nunca tuvieron), ha habido un distanciamiento entre Valerie, Alex y Laurie. Lo irónico es que los tres quieren enamorarse y sus padres, a los que les guardan rencor porque se separaron cuando eran pequeños, están renovando sus votos de amor. Laurie es la adolescente que se filma teniendo sexo con su novio y lo hace viral en su escuela para llamar la atención de un profesor. La relación entre Valerie y Alex coquetea con el incesto, al menos sublimado, que les impide relacionarse con otros. Casual recuerda mucho a Six feet under, sólo que aquí de lo que se habla es del amor y lo frívolo que éste se vuelve con las redes sociales. _________________________________ [1] Carpallo Silvia C. (2015, 20 de abril). Somos demasiado triste para estar tan jóvenes. El País. Recuperado de http://smoda.elpais.com/belleza/somos-demasiado-jovenes-para-estar-tan-tristes/
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