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Televisión: reseñas y análisis

Cuando la adaptación rebasa al autor

7/28/2015

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Por Carlos Tello de Meneses
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Ilustración: Especial

Ned Stark está muerto. “Jajaja”, se reían los lectores de A Song of Ice and Fire (ASOIAF), serie de libros escrita por George R.R. Martin de donde se basa la popular serie Game of Thrones (GOT). Se reían ante los novicios espectadores cuya verdadera bienvenida al mundo de Martin estaba marcada por la muerte del aparente protagonista. Esa carcajada no fue la primera ni la última. Después vinieron la Boda Roja, la Batalla del Muro, la muerte de Joffrey. Hitos de la serie cuyos homónimos literarios ya eran bien conocidos por los lectores. "Jajaja", volvían a reir. Se sentían siempre a un paso adelante… Hasta este año con la llegada de la quinta temporada de GOT.


¿Cómo es eso posible? Sencillo. Esta temporada es la primera que es escrita a sabiendas que terminará adelante de los libros, que hasta el día de hoy siguen en proceso de escritura. Por primera vez, lectores y televidentes, vieron algo a la par. Y por primera vez en lugar de reír, se unieron al horror y lágrimas que siempre trae consigo el mundo de GOT.

Sin embargo, este fenómeno no es el primero en su tipo. Ha sucedido antes y, dadas las condiciones del mundo del arte y entretenimiento, seguirá sucediendo. Lo que hace que uno se haga la pregunta: ¿Qué pasa cuando la adaptación rebasa al autor?

Hay dos lados al asunto por supuesto. Por un lado, el autor original, que se ve forzado, de una u otra forma, a escribir su obra bajo nuevas condiciones y por el otro, los escritores a cargo de la adaptación, quienes tienen limitadas opciones antes su dilema. Y aunque el dilema del autor original es un tema interesante y profundo por su propia cuenta, este artículo busca enfocarse en el lado del adaptador y, en específico, de la adaptación para Televisión.

Un adaptador en esta disyuntiva tiene pocas opciones. Entre ellas hay tres prominentes. La primera opción, ideal para los fans y el oficio mismo, sería esperar. Esperar a que el autor original termine su obra y el proceso de adaptación tenga el lienzo completo a su disposición. No obstante, las realidades de la producción televisiva la hacen casi imposible (casi). La segunda opción, temida por el autor y los fans del trabajo original aún en curso, es la de continuar la adaptación a consciencia de su desenlace (como es el caso de GOT).  La tercera opción, muy recurrida en Japón, es la de continuar independientemente del trabajo original y crear una línea argumental y final propios.

La mayoría de precedentes en esta área se dieron en Japón, en donde el ánime es una forma prominente de entretenimiento y buena fuente de sus historias provienen del manga (cómic japonés). Ya que el proceso de adaptación empieza en la vida temprana del manga (que tan temprano es dictado por el éxito del mismo), muchos animes "alcanzan" al autor y su publicación impresa, viéndose en el mismo dilema que Benioff y Weiss (guionistas principales de GOT y adaptadores de los libros). 


En occidente la adaptación es un proceso más elaborado y pensado que hace más difícil la elección del camino correcto en un momento así. Benioff y Weiss eligieron la primera opción: seguir contando la historia cuyo desenlace ya conocen. Muchos fans de los libros se han opuesto a esta elección, decidiendo abandonar por completo el programa. Y están en su derecho.



Debido a la fuerte oferta de contenido dentro de algunas de las casas productoras, ciertas series afortunadas se dan el lujo de esperar, como es el caso de Attack on Titan (el final de su primera temporada fue en  2013 y su segunda temporada se proyecta para el 2016). Sin embargo la mayoría opta por un híbrido entre las opciones 1 y 3. Esperar, creando contenido. Mientras esperan a que la historia principal continúe en su versión impresa, los estudios japoneses crean arcos dramáticos nuevos para llenar esos espacios de producción. Derogativamente llamados "fillers" (relleno) la mayoría tienden a ser repetitivos, derivativos y/o aburridos. 

Un ejemplo muy identificable se encuentra en Dragon Ball Z que en varias ocasiones alcanzó a Akira Toriyama y su publicación impresa. Para remediar esto el equipo detrás del anime creaba capítulos enteros alrededor de personajes secundarios perdiendo el tiempo, creaba nuevos villanos e incluso dilataba al máximo los momentos dramáticos de la serie, todo para crear tiempo y permitir que Toriyama pudiera continuar. Este ritmo dilatado dio pie a que hace un par de años se creara Dragon Ball Kai, una serie que usaba el mismo material creado para Dragon Ball Z editado para seguir fielmente el manga original. Al comparar el número de episodios entre ambas series se nota la brutalidad del cambio. 291 capítulos contra 167, 124 capítulos de diferencia de 20 minutos cada uno de material creado o  dilatado para la serie.


Un ejemplo radicalmente distinto de la tercera opción es el caso de la primera adaptación de Fullmetal Alchemist. A la mitad de su vida alcanzó a Hiromu Arakawa, autora del manga, quien les dio la libertad de continuar la serie como mejor la concibieran. Divergiendo enteramente de la fuente original,  se convirtió en un universo distinto (aunque parecido) y con reglas diferentes.

En este caso hubo años después una segunda adaptación. Si se comparan las dos series se pueden encontrar grandes diferencias. Aunque Fullmetal Alchemist Brotherhood es mucho mejor, más redonda y enteramente fiel al manga original, FMA ofrece aún así grandes momentos y variaciones interesantes. En este caso las condiciones de adaptación dieron lugar a un proceso de experimentación y profundización al material original que al mismo permitió que se convirtiera en una cosa enteramente nueva.
 
No obstante la diferencia principal entre la adaptación del manga y las adaptaciones occidentales es que en Japón el anime tiende a ser una adaptación conservadora y directa, que podría ser considerada más una transición que adaptación. En occidente la adaptación es un proceso más elaborado y pensado que hace más difícil la elección del camino correcto en un momento así. Benioff y Weiss eligieron la primera opción: seguir contando la historia cuyo desenlace ya conocen. Muchos fans de los libros se han opuesto a esta elección, decidiendo abandonar por completo el programa. Y están en su derecho. Después de todo, GOT es una adaptación y el trabajo original siempre tendrá una prominencia antes sus descendientes narrativos. Por el momento sólo Martin y ellos conocen los detalles de la historia. En el proceso de adaptación es esencial, y en estos casos lo que más falta, el ver el trabajo en su totalidad (o por lo menos una noción de ella). ¿Fue la mejor elección? Sólo el tiempo lo dirá.


Carlos Tello de Meneses Vega (Estado de México, 1989)
Es guionista, maestro y artista marcial. Fundador del Mamastrofismo. Crea universos fantásticos  y diseña batallas y peleas compulsivamente. Actualmente estudia el Curso de Guión Cinematográfico en el CCC.

@GurthrogSolrac

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